

El proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el gobierno de Javier Milei confirma la continuidad del ajuste, aunque con algunos matices. Sin embargo, entre los principales sectores afectados por la política fiscal se destacan las jubilaciones, las tarifas de servicios públicos y el esquema tributario, que muestra señales de mayor presión para la población.
En el área previsional, el texto no contempla mejoras para los jubilados. El proyecto mantiene la fórmula de movilidad vigente sin incluir aumentos adicionales ni incrementos en el bono de $70.000 destinado a quienes perciben la mínima, congelado desde marzo de 2024. Esta decisión impactará directamente en el poder adquisitivo de casi tres millones de beneficiarios, que seguirán perdiendo frente a la inflación.
Además, se proyecta un recorte real en los fondos asignados a los bonos extraordinarios: de $3 billones actuales caerán a $2,9 billones, lo que implica un derrumbe del 13,5% real, según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). Tampoco se prevé mantener la movilidad por inflación en las asignaciones familiares, que quedarían a discreción del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), y se anticipan más recortes en programas sociales, consignó “La Nación”.
El Gobierno nacional anticipa un nuevo ajuste sobre los subsidios a la energía, lo que se traducirá en aumentos en las tarifas de luz y gas durante el próximo año. Mientras se reduce el apoyo estatal a los usuarios, el Estado planea compensar a las distribuidoras eléctricas por el freno tarifario, mediante un esquema que les permitirá saldar deudas con Cammesa. También se contempla la eliminación del régimen ampliado de zonas frías
El Presupuesto no incluye reformas estructurales, pero sí prevé un aumento de la presión tributaria.









