Enseñame Tucumán: la Escuela Técnica N°1 de Monteros celebró a Valentín y a Ana Paula

Los últimos finalistas de Enseñame Tucumán se preparan para el gran desenlace del viernes, entre apuntes y el cariño de compañeros y profesores, quienes ya los siente ganadores por lo conseguido.

FUTURO. Valentín sabe tocar varios instrumentos, hace teatro y sueña con estudiar música; Ana Paula ve su camino en el área de la salud o idiomas FUTURO. Valentín sabe tocar varios instrumentos, hace teatro y sueña con estudiar música; Ana Paula ve su camino en el área de la salud o idiomas La Gaceta / fotos de Analía Jaramillo
23 Septiembre 2025

Ariane Armas y Leandro Díaz

LA GACETA

En el patio de la Escuela Técnica N° 1, el mástil metálico sostiene la bandera argentina que flamea con fuerza. La fachada de ladrillo visto y columnas blancas luce gastada por el tiempo, pero en la mañana de ayer brillaba con otro color. Allí estaban Valentín Castells y Ana Paula Díaz, izando el pabellón como reconocimiento a su logro: convertirse en los últimos semifinalistas de Enseñame Tucumán, el certamen de preguntas y respuestas que puso a prueba a estudiantes de toda la provincia.

“Creo que hemos sido el único dúo que mostró tanta euforia cuando nos anunciaron como finalistas”, dice Valentín, todavía con la emoción a flor de piel. Él recuerda el instante decisivo con mucho detalle. “En la última pregunta fui con confianza. Jaime Freire era uno de los pocos nombres que me había memorizado, porque hasta en el poco tiempo que tenía para comer o para dormir ponía una biografía en YouTube de fondo. Eso me ayudó mucho”, comenta.

El estudiante no duda en remarcar que el trabajo mental fue clave. “Para mí fue psicológico, tenía que estar confiado. Muchas veces la cabeza juega en contra. Yo traté de demostrar seguridad, aunque estuviera nervioso”, cuenta.

Ana Paula coincide en que la presión fue grande. “Estábamos tranquilos con nuestros conocimientos, pero siempre aparece esa duda de si vamos a ganar. Recién me di cuenta de lo que habíamos logrado al día siguiente, porque esa noche casi no pude dormir por la emoción”, confiesa.

Sacrificios y preparación

Ambos resaltan que llegar a esta instancia no fue fácil. “Al ser una escuela técnica, vemos menos horas de esta materia. Los tiempos eran justos y los ratos libres los usábamos para estudiar. Fue un estudio sacrificado, nos desvelamos, pero valió la pena”, afirma Ana Paula.

Valentín recuerda que ni siquiera estaba entre los nominados iniciales para participar. “Era Ana y otro compañero, Mateo. Pero a él no le gusta participar de cosas extracurriculares y a mí me encantan las ciencias sociales. Le dije que me diera su lugar porque yo le iba a poner más onda. Y cuando me llegó un libro de cien páginas dije: ¿en qué me metí? Pero a partir de ahí me lo tomé en serio. Cuando supe que iba a ser televisado y que había un viaje a Carlos Paz como premio, decidí que tenía que concentrarme y dedicarme de manera inteligente”, relata risueño.

ACOMPAÑADOS. Ana Paula y Valentín con todos sus compañeros de sexto año de informática, en el aula donde estudian a diario. ACOMPAÑADOS. Ana Paula y Valentín con todos sus compañeros de sexto año de informática, en el aula donde estudian a diario.

El apoyo de los docentes fue fundamental. “Pedimos al director que nos diera un poco más de tiempo para prepararnos y le prometimos que íbamos a ganar”, cuenta Ana Paula. “Él confió en nosotros”, agrega.

La alegría compartida

Los chicos no se prepararon solos. “Durante la competencia sentíamos el aliento de todo el curso”, cuentan. Sus compañeros los alentaban con cantos mientras se hacía la nota, grababan videos y subían contenido a TikTok. “Fue muy lindo sentir ese apoyo. Hasta hicimos un videoblog que se volvió muy comentado en la escuela”, agrega Ana Paula.

FESTEJOS. Al igual que en la semifinal, los chicos fueron muy alentados. FESTEJOS. Al igual que en la semifinal, los chicos fueron muy alentados.

La comunidad educativa vive su logro como propio. “Nos emocionó verlos representar a la escuela”, dicen sus compañeros.

Lo que viene

Ahora la mirada está puesta en la gran final. “Estamos más nerviosos que antes. Vamos a estudiar el doble, capítulo por capítulo”, afirma Ana Paula. “Yo ya me siento ganador por lo que logramos, pero quiero dar lo mejor de mí para sentirme orgulloso”, añade Valentín.

JUNTOS. En cada rincón de la escuela los finalistas fueron felicitados. JUNTOS. En cada rincón de la escuela los finalistas fueron felicitados.

Y antes de despedirse, dejan un mensaje para otros jóvenes: “No hace falta ser el mejor para lograr algo grande. No me considero talentoso, pero me esfuerzo. Todos tienen recursos para llegar lejos si se lo proponen”, reflexiona Valentín.

El mástil del patio sigue sosteniendo la bandera que flamea. La placa de mármol en la entrada de la escuela recuerda que “la educación técnica es la base del desarrollo sustentable de los pueblos”. Y hoy, en Monteros, esa frase parece cobrar vida.

INSTITUCIÓN. La fachada de la Escuela Técnica N°1, que se encuentra cerca de la entrada de Monteros. INSTITUCIÓN. La fachada de la Escuela Técnica N°1, que se encuentra cerca de la entrada de Monteros.
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