Colapinto, un golpe, una frase picante y mucho carácter

Chocaron el tailandés Alex Albon (Williams), el alemán Nico Hulkenberg (Sauber), el británico Oliver Bearman (Haas), Franco Colapinto (Alpine), el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y el australiano Oscar Piastri (McLaren), ocasionando un récord de seis banderas rojas. Hubo más de veinte banderas amarillas por situaciones de pista que podían tornarse peligrosas. Se cometieron numerosos excesos de frenado, utilizando las vías de escape para evitar males mayores. Hubo viento constante y cruzado, algunas gotas de lluvia sobre el final de la sesión, además de un piso cambiante en medio de la estrechez del trazado. ¿Alguien imaginó una clasificación para el Gran Premio de Azerbaiyán de F-1 en las calles de Bakú más entretenida? Ah, sí, pasó algo más: el neerlandés Max Verstappen hizo la pole volando con su red Bull ¡en la última vuelta y sacándole la posición a quien había sido la gran sorpresa, el español Carlos Sainz y su Williams! ¿Bonus track dijeron? Claro: el cuasi novato neozelandés Liam Lawson fue un impensado 3° con su Racing Bulls y el mejor McLaren, el team que domina a voluntad el campeonato, fue el del británico Lando Norris, “apenas” 7°.

Vale decir que, quienes esto lean, busquen en algún momento alguno de los tantos resúmenes que de la clasificación se pueden hallar en la web y en las redes, y verán que lo que se vivió fue trepidante. Y también esto servirá para imaginarse cómo será la carrera, que comenzará el domingo bien tempranito, a las 8. Una final a 51 vueltas que podría estar marcada por los incidentes, algo que al mismo tiempo podría ofrecerle oportunidades a los pilotos que parten desde atrás para avanzar posiciones.

Colapinto se “pegó”, sí. Y le sucedió instantes después de un exceso de pista de su compañero francés en Alpine, Pierre Gasly. Ambos estaban en sus respectivas últimas vueltas en la Qualy 1. Gasly no pudo doblar en la curva 4 y debió tomar la vía escapatoria, sin daños para su coche; Franco, que venía unos segundos detrás en la pista, perdió el control de su coche al llegar a ese mismo punto, impactando con fuerza contra las defensas. El bonaerense, que finalizó la sesión en la 16ª posición, tres puestos por delante de su coequiper, explicó que el accidente se debió a una fuerte ráfaga de viento. Y también a que se desconcentró un poco al ver banderas ante el fuera de pista de Gasly. “No sabía si era bandera amarilla o blanca. Cuando él se va, yo frené un pelín de más y de golpe el auto se me giró. No sé bien que pasó”, dijo. Y así como dio explicaciones y se lamentó (“si no hubiese pasado lo que pasó, estaba para llegar a la Q2”), también jugó una carta fuerte: “Prefiero chocar yendo rápido que ir lento y no chocar”.

Dice el refrán que para ganar hay que riesgos. Bueno es preguntarse si Franco está en posición de arriesgar. Para él son días bajo presión, más que nunca. Es que su futuro en la F-1, es decir, el asegurarse una butaca en la temporada 2026, está bajo la lupa. Ya lo dijo el italiano Flavio Briatore, máximo referente de Alpine: “está entre Franco y estonio Paul Aron. Se resolverá en una o dos carreras”. Esta nueva “mancha”, sin embargo, tuvo atenuantes y Briatore lo sabe y lo entiende. “Tuvimos que asumir algunos riesgos si queríamos progresar en la clasificación. Ahora, ante la final, como mínimo debemos apuntar a estar en una posición que nos permita aprovechar cualquier circunstancia que pueda presentarse", aseguró.

En eso de los atenuantes hubo un guiño implícito de Lando Norris a lo sucedido con Colapinto. El británico explicó que la curva 4 mucha gente bloqueó su auto. “Parece una de las peores curvas que he corrido en mi vida, simplemente por los vientos de cola de 50 kilómetros por hora. Y en la siguiente vuelta, puede que sólo sean 10 km/h, y piensas: ‘Ay, puedo ir un poco más rápido’. En la siguiente vuelta vas más rápido, y te estrellas contra el muro”.

En medio de todos estos sucesos (sumando el 15° puesto que logró Franco en la tercera prueba libre del sábado), hay algo que no se puede dejar de lado: Colapinto está demostrando mayores progresos que Gasly en el, en ocasiones, indescifrable Alpine. A sabiendas que errores pueden cometer todos, en Bakú hay una extensión de la buena adaptación que está teniendo el bonaerense al equipo francés. Lo explicó así: “Hay que seguir mejorando en detalles de algunas áreas que tenemos que progresar como equipo y yo como piloto. Pero hay pasos positivos y de las últimas cuatro clasificaciones, tres estuve muy firme. Dentro de todo lo malo, hay cosas positivas y cuando vengan otros circuitos vamos a estar más adelante". 

Y para muestra de cuál es la actitud de Franco, luego de que el auto fue llevado a boxes para su reparación, él se quedó al lado de los mecánicos, haciéndoles el aguante. Y no estuvo un rato, sino que se quedó hasta la noche, todavía vestido con su buzo antiflama. Un fuera de serie.