PARIS, Francia.- Cientos de miles de personas manifestaron en Francia para exigir que el nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, abandone la política de “austeridad” en los presupuestos para 2026 y aumente los impuestos a los ultrarricos.
Las movilización, convocada por los sindicatos, también sirvió para expresar el “hartazgo” con el presidente francés, Emmanuel Macron, cuya política fiscal y social generó ya varias oleadas de protestas desde su llegada al poder en 2017.
“Cuando ves que los más ricos se llenan los bolsillos a nuestra costa y se les pide a las clases populares que se aprieten aún más el cinturón, llega un momento en que ya no podemos más”, dijo Paul, un técnico de bicicletas de 29 años, durante la manifestación en París.
El ex primer ministro François Bayrou desencadenó las protestas con su plan presupuestario para 2026, que preveía recortes por 44.000 millones de euros (51.900 millones de dólares) y la supresión de dos días feriados. El Parlamento tumbó a su gobierno la semana pasada. Su sucesor, Lecornu, anunció la elaboración de uno nuevo, que ya no incluirá la supresión de los días feriados, pero los sindicatos mantuvieron la manifestación para exigir al gobierno que abandone el “museo de los horrores” previstos por Bayrou.
Los sindicatos piden también derogar la impopular reforma de las pensiones de 2023 y más medios para los servicios públicos, reclamos ya presentes en otras movilizaciones como la de los “chalecos amarillos” (2018-2019) o contra el retraso de la edad de jubilación hace dos años.
En París, un grupo de manifestantes irrumpió incluso 20 minutos en el ministerio de Finanzas para sugerir que “busque el dinero donde está: en los bolsillos de los más ricos”, comentó Fabien Villedieu, del sindicato SUD Rail. Este reclamo también estuvo presente en la manifestación en la capital. Al son de bandas de música, miles de manifestantes, muchos jóvenes, desfilaban detrás de lemas como “Política de Austeridad: Basta” o “Graven a los ricos”.
Justicia fiscal
La reivindicación de “justicia fiscal” está simbolizada en la llamada “tasa Zucman”: un impuesto consistente en gravar con un 2% anual los patrimonios superiores a 100 millones de euros (118 millones de dólares). El 86% de los franceses está a favor, según un sondeo.
Aunque Lecornu ya rechazó esta medida, a la que se oponen sus aliados conservadores en el gobierno, la patronal y la extrema derecha, se dijo “dispuesto” a trabajar sobre cuestiones de “justicia fiscal”.
Su proyecto de presupuestos debe llegar al Parlamento a mediados de octubre, en un contexto de presión para reducir el déficit (5,8% del PIB en 2024) y la deuda pública (114%). El viernes, la agencia Fitch degradó la nota de la deuda soberana francesa.
El primer ministro, en minoría, busca a su vez evitar caer ante el Parlamento, como le sucedió a sus dos predecesores. Este escenario recrudecería aún más la crisis política y los llamados a la dimisión de Macron, presentes también este jueves. “El presidente es el caos y todo lo que ha ocurrido en este momento es el resultado de su acción”, dijo el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, desde Marsella.
Lecornu podría dar el paso en su proyecto de presupuestos para 2026, que el miércoles empezó a debatir con los partidos de la oposición para evitar que el Parlamento tumbe a su gobierno, como le ocurrió a sus dos predecesores. El político centroderechista busca el apoyo de la oposición socialista para lograr una mayoría estable, pero estos últimos reclaman varias medidas presupuestarias, entre ellas la instauración de la “tasa Zucman”.








