

La industria del entretenimiento atraviesa un momento de alta tensión desde la cancelación indefinida de "Jimmy Kimmel Live!" por parte de la cadena ABC. Esta medida sorpresiva desató una oleada de indignación en Hollywood, mientras que algunos sectores políticos apoyaron la decisión. El incidente pone en el centro del debate la libertad de expresión y la influencia de la presión gubernamental en los medios.
El conductor de los Oscar y los Emmy, esta recibiendo apoyo de colegas bajo el mensaje de que es un ataque directo a la autonomía periodística y artística. El evento generó una profunda división, con voces prominentes de la cultura popular alzándose para defender a Kimmel y cuestionar las motivaciones detrás de la drástica decisión.
Qué pasó con el programa de Jimmy Kimmel
"Jimmy Kimmel Live!" fue sacado del aire de forma indefinida por la cadena ABC. Esta decisión se produjo después de que el presentador hiciera comentarios sobre la muerte de Charlie Kirk. Kimmel criticó a la "pandilla MAGA", grupo de seguidores de Donald Trump , por intentar sacar provecho político de la situación.
La suspensión del programa ocurrió horas después de que Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), amenazara con "tomar medidas". Carr, un funcionario nombrado por Trump, describió los comentarios de Kimmel como "la conducta más enfermiza posible". Sugirió que Disney, dueña de ABC, debía cambiar su proceder o enfrentar consecuencias regulatorias.
Un miembro del público que esperaba ver la filmación del show expresó su sorpresa, calificando la suspensión como "un poco extrema". Asimismo, Nexstar Media, una importante propietaria de canales de televisión, anunció que tampoco transmitiría el programa de Kimmel. Argumentaron que los comentarios fueron "ofensivos e insensibles" y que dar plataforma a Kimmel no servía al interés público en ese momento.
Repercusiones en Hollywood
La comunidad de Hollywood reaccionó con gran indignación, saliendo en defensa de Jimmy Kimmel y su programa. Estrellas como Ben Stiller, Jamie Lee Curtis, Wanda Sykes y Jean Smart expresaron su apoyo al presentador, criticando abiertamente la cancelación. Ellos manifestaron que las palabras de Kimmel representaban libertad de expresión, no incitación al odio, y denunciaron la acción como un ataque a ese principio fundamental. Sindicatos importantes, incluyendo el Writers Guild of America y el Screen Actors Guild, también condenaron la medida como un ataque a la libre expresión.
Organizaciones como la Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión (FIRE) señalaron que el gobierno presionó a ABC, y la cadena terminó cediendo a esa presión. Políticos demócratas, como el gobernador de California Gavin Newsom y el congresista Brad Sherman, criticaron la decisión calificándola de "comportamiento corrupto" y un intento coordinado para controlar los medios. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, afirmó que una sociedad libre no puede silenciar a comediantes porque al presidente no le guste lo que dicen, instando a todos los funcionarios electos a oponerse a este acto antidemocrático.








