La Plaza de San Pedro de Roma, epicentro del catolicismo, se transformó en un monumental estadio al aire libre, un espectáculo sin precedentes que congregó a 300.000 personas al ritmo de la música. Al caer la noche de este sábado, las históricas columnatas de Bernini fueron testigos de un vibrante concierto que cerró la tercera edición del World Meeting on Human Fraternity, un evento que también iluminó el cielo vaticano con un impresionante show de 3500 drones. Este recital, denominado “Grace for the World” (Gracia para el Mundo), marcó un hito en la historia de la Santa Sede.
Durante dos días, el World Meeting on Human Fraternity, organizado por la Basílica de San Pedro, la Fundación Fratelli Tutti y las asociaciones Be Human y St. Peter for Humanity, reunió a 500 destacadas personalidades. Premios Nobel, referentes del mundo de la información y managers internacionales debatieron sobre temas cruciales como la fraternidad, la paz, la Inteligencia Artificial, el medio ambiente, la política y la urgente necesidad de que el mundo recupere su esencia humana.
El cardenal italiano Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro y presidente de la Fundación Fratelli Tutti, una de las principales figuras organizadoras, declaró: “En medio de sombras, vemos la posibilidad de un renacimiento: la capacidad de resistir, de innovar, de crear puentes. El mundo se detuvo por un instante, miró dentro de sí y tuvo el coraje de preguntarse: ¿qué significa ser humanos hoy?”
El gran show en el Vaticano y las reacciones
El evento, codirigido por Andrea Bocelli y Pharrell Williams, comenzó con una emotiva sorpresa que buscó celebrar el Jubileo por el Año Santo del 2025. El rostro del Papa Francisco, formado por miles de drones luminosos, apareció de repente sobre el contorno de la Basílica de San Pedro. Mientras, Bocelli y Teddy Swims (conocido por “Lose Control”) unieron sus voces para interpretar “Amazing Grace”, generando una ovación estruendosa en la Plaza de San Pedro. Los presentes reconocieron que, sin el llamado de Jorge Bergoglio a “hacer lío”, un evento así, considerado por algunos sectores conservadores como “escandaloso” y “fuera de lugar”, jamás se daría.
Sin embargo, el concierto no estuvo exento de controversias. Días previos, algunos blogs de ultraderecha levantaron su voz de alarma al enterarse de la participación de la cantante colombiana de reguetón y pop urbano, Karol G. La artista recibió críticas por sus letras, calificadas de “misóginas, pornográficas y repugnantes”, lo que llevó a voces indignadas a denunciar que el evento, por su naturaleza secular y mundana, "desacralizaría" el corazón del catolicismo.
Artistas globales con un mensajes de paz
Consciente de las polémicas y en sintonía con la solemne locación, la cantante colombiana Karol G apareció en el escenario con un atuendo sobrio: un vestido negro, atildado, sin escotes y de mangas largas. Ella fue una de las artistas más aplaudidas por sus fans, quienes exhibieron banderas de su país, y se lució cantando en dúo con Andrea Bocelli el famoso himno a la música “Vivo per lei”. Bocelli, católico practicante y figura central del concierto, también interpretó, entre otros temas, el “Ave María” de Schubert, mientras miles de drones crearon coreografías luminosas cautivantes, representando en el cielo imágenes de la Capilla Sixtina, una gigantesca paloma de la paz, las dos manos de la Creación de Adán y La Piedad, de Miguel Ángel, dejando a todos maravillados.
El recital, de dos horas de duración y con acceso gratuito, fue transmitido en directo no solo por el canal del Vaticano, sino también por Disney+, Hulu y ABC News, generando gran entusiasmo entre todos los públicos. El artista John Legend deleitó a la audiencia de mayor edad con “Bridge over troubled Water”, el legendario tema de Simon & Garfunkel. Otros destacados artistas presentes fueron Clipse, Jelly Roll, BamBam, Angélique Kidjo, Jennifer Hudson y el grupo italiano lírico Il Volo, y el magnífico conjunto gospel Voices of Fire hizo bailar a muchos.
El evento también incluyó declaraciones políticas y fuertes llamados a la paz. Graça Machel, viuda de Nelson Mandela y defensora de los derechos de los niños, y la escritora y activista iraquí Nadia Murad, pidieron a la multitud “ser humanos”, lema central del encuentro, y abogaron por la paz en Palestina, Ucrania y otros países en conflicto. Aunque los organizadores agradecieron al Papa León XIV y recordaron el cumpleaños de Robert Francis Prevost, el Papa Francisco no hizo acto de presencia. El Pontífice, prudente y probablemente consciente de que el éxito rotundo del evento generaría controversias tanto dentro como fuera de la curia por ser algo nunca visto y audaz, optó por no aparecer.








