Producción industrial. ARCHIVO
La producción industrial volvió a mostrar números en rojo en julio, en medio de la volatilidad de las tasas de interés y la incertidumbre política. Según el Indec, el Índice de Producción Industrial (IPI) registró una caída del 2,3% respecto de junio, marcando el segundo mes consecutivo de retrocesos.
Con este desempeño, la actividad industrial quedó 4,3% por debajo de diciembre de 2024 y se ubicó en su segundo nivel más bajo de los últimos 12 meses, apenas por encima del mínimo de marzo.
Primer retroceso interanual en nueve meses
Además del deterioro mensual, la industria sufrió en julio su primera baja interanual en casi un año: el IPI se contrajo 1,1% frente a julio de 2024.
La combinación de la suba de tasas de interés –que llegaron a triplicar la inflación proyectada– y la apertura de importaciones son dos de los factores que explican el freno productivo. Desde el sector privado alertan por la pérdida de competitividad y el impacto en el empleo industrial.
El efecto de la política monetaria
El Gobierno decidió priorizar la estabilidad cambiaria y convalidar tasas muy elevadas para contener al dólar, lo que encareció el crédito y frenó inversiones. “Las elecciones de octubre quedan muy lejos y las empresas sienten el apretón monetario de inmediato”, señalaron analistas consultados.
La volatilidad de julio coincidió con un retroceso generalizado en ramas clave de la industria, afectando tanto a grandes polos fabriles como a economías regionales.
Importaciones y empleo bajo presión
Otro punto que preocupa es la apertura importadora, que impacta directamente en provincias con fuerte peso industrial como Buenos Aires y Catamarca. Empresas y sindicatos advierten que la combinación de altos costos financieros, caída de la demanda y competencia externa podría derivar en más suspensiones y despidos en los próximos meses.
¿Camino a la recesión?
Con dos meses consecutivos de caída y el primer retroceso interanual en nueve meses, los analistas advierten que la industria podría estar anticipando un escenario de recesión en la segunda mitad del año.
La clave será lo que ocurra en agosto y septiembre: los primeros datos parciales apuntan a que la contracción continuó, arrastrada por la debilidad del consumo y la falta de crédito productivo.







