
Té de manzanilla ¿cómo prepararlo?

El uso de infusiones naturales para el bienestar digestivo suma un nuevo aliado: la combinación de bicarbonato de sodio con manzanilla en agua caliente. Este té casero, que se popularizó por sus beneficios potenciales, reúne las propiedades calmantes y antiinflamatorias de la manzanilla con el efecto alcalinizante del bicarbonato, conocido por neutralizar el exceso de ácido en el estómago.
Aunque no existen estudios clínicos que avalen sus efectos combinados, sí hay evidencia sobre los beneficios de cada uno por separado. La manzanilla ha sido históricamente reconocida por aliviar la indigestión, los gases y la inflamación digestiva, mientras que el bicarbonato de sodio suele recomendarse como un recurso rápido contra la acidez estomacal. Juntos, podrían ofrecer un apoyo natural para quienes buscan mejorar la digestión y el bienestar general.
Principales beneficios de la infusión
- Alivio de la acidez estomacal: el bicarbonato neutraliza el exceso de ácido gástrico.
- Reducción de gases e hinchazón abdominal: la manzanilla favorece la expulsión de gases y el bicarbonato contribuye a la digestión.
- Efecto antiinflamatorio digestivo: la manzanilla calma la inflamación del tracto gastrointestinal.
- Apoyo en casos de indigestión o pesadez: puede resultar útil tras comidas abundantes.
- Relajación del sistema nervioso digestivo: gracias a la acción sedante suave de la manzanilla.
Cómo preparar la infusión
- Hervir una taza de agua (250 ml).
- Añadir una cucharada de flores secas de manzanilla o una bolsita de té.
- Dejar reposar 5 minutos y colar si es necesario.
- Incorporar 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio y mezclar bien.
- Consumir tibia, en ayunas o antes de dormir, según la necesidad.
Este remedio debe considerarse como un complemento natural y no como un reemplazo de la atención médica. Ante síntomas persistentes o problemas digestivos frecuentes, lo más recomendable es consultar a un profesional de la salud para asegurar un uso seguro y adecuado.







