¿Qué pasará con la economía después de las elecciones?

El economista Eduardo Fracchia cree que puede adoptarse un sistema más flexible para el tipo de cambio.

Eduardo Fracchia Eduardo Fracchia
30 Agosto 2025

La economía, después de la desinflación que se va alcanzando con éxito, debe desafiar el objetivo del crecimiento, advierte Eduardo Fracchia, profesor de Economía en IAE Business School. Desde 2011 que no hay dos años consecutivos con suba del PBI. “Éramos en 2011 el país 59 en el ranking de PBI per cápita y ahora estamos en la posición 75”, compara el docente.

A su criterio, el nivel de actividad viene teniendo una forma de raíz cuadrada, con recuperación en forma de V en el segundo semestre de 2024 y amesetamiento a partir de abril hasta agosto incluido. “Este panorama de la actividad se complica más, dada la alta volatilidad de las tasas de interés a partir de la eliminación de las LEFI. Fue una decisión cuestionable y seguramente con mala comunicación entre el sector bancario y el gobierno”, indica el economista. El panorama de la actividad es heterogéneo, expresa Fracchia. La industria en líneas generales tiene un desempeño frágil. Hay rubros, como el automotriz, motos y electrodomésticos, que, apoyados por el crédito, tienen un desempeño positivo. “Pero esa situación cambiará con el nuevo panorama de tasas de interés que dificultarán el crédito”, acota. La construcción, por su parte, cayó fuerte 2024 comparado con 2023 y mantiene el mismo nivel en lo que va de 2025, un estancamiento muy asociado a la contracción de la obra pública nacional.

La situación del agro ha mejorado levemente con la reducción de retenciones, pero los precios internacionales no pasan por su mejor momento y el nivel del tipo de cambio es bajo. El sector ganadero está mejor que el agrícola, indica el docente.

El consumo, en tanto, alcanzó un punto máximo en febrero de este año. Es muy sensible al crédito. “Está caído el consumo masivo y esto se nota en los estados contables de empresas de este sector. Sondeos de opinión cualitativos confirman que 8 de 10 familias han reducido sus niveles de consumo”, acota Fracchia. Esta dinámica se explica, en parte, por la retracción del salario real promedio de la economía que está amesetado. Por la suba de tasas, se complica más la actividad. Además, suben los niveles de morosidad. El “apretón monetario” del Banco Central, que tiene por objetivo evitar el ascenso del tipo de cambio para que no influya en los precios, supone una retracción natural de la actividad. El fin del gobierno es secar la plaza de pesos, indica Fracchia.

El economista indica que se llega a las elecciones con tasas de interés elevadas y volátiles, con una política fiscal dura y con una monetaria contractiva. “Se trata de un esquema muy diferente a la decisión de los gobiernos de expandir el gasto con fines electorales. Después de las elecciones, se vislumbra un reseteo de la política monetaria y cambiaria. El gobierno no ha dado definiciones, pero se especula con la supresión del régimen de bandas hacia un tipo de cambio más flexible. Este es un tema complejo por el miedo natural del dólar flotando en un país tan sensible a este indicador”, advierte Fracchia.

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