La economía argentina cerró el primer semestre con señales de estancamiento. Desde febrero, cuando la actividad alcanzó niveles comparables a los picos de mediados de 2022 y fines de 2017, no logró sostener el impulso y permanece sin superar ese umbral, advierte el reporte semanal de Invecq Consultora Económica. El último dato, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de junio, mostró que la actividad cayó 0,7% frente a mayo. En la comparación interanual creció 6,4% y acumuló un alza de 6,2% en el primer semestre. Este repunte se explica en gran medida por la baja base de comparación del primer semestre de 2024, cuando la actividad había caído 3,6% interanual. Tras ese complicado período, la economía inició una fase de recuperación en el tercer trimestre de 2024, y creció de manera casi sostenida hasta febrero de este año, cuando alcanzó un “techo”. Desde entonces, la actividad se mantiene estancada y aún no logra superar esos niveles, en junio se ubicó 1,3% por debajo de aquel pico.
En el segundo trimestre la actividad prácticamente no avanzó: creció apenas 0,1% en la comparación trimestral. Según Invecq, esto se explica porque a la caída de junio se sumó la revisión a la baja de abril (de +1,9% intermensual a +1,5%) y la contracción de mayo (-0,2%). “Con estas correcciones, el arrastre estadístico -si la economía se mantiene en el nivel de junio- dejaría a 2025 con un crecimiento de 4% interanual, por debajo de las proyecciones oficiales y del FMI, que estiman entre 5% y 5,5%”, acota.
Un análisis semanal fue realizado por la consultora Analytica cuando difundió el Índice Líder de Actividad (ILA) que comenzó a confeccionar en base a datos de altos frecuencia que correlacionan con el EMAE del Indec. Los signos de estancamiento se observaron en julio, con una caída del 0,1%, de acuerdo con los cálculos de esa consultora. “La economía habría entrado en una etapa de estancamiento, expresando los límites para el crecimiento del actual esquema que mantiene encorsetada a la demanda para sostener el régimen monetario y cambiario”, fundamenta.
Otros diagnósticos
El comienzo del segundo semestre tampoco es auspicioso para Invecq Consultora: algunos datos de julio muestran que varios sectores atravesaron un mes complicado. La actividad industrial cayó 1,4% según la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL); la construcción retrocedió 0,4% (Índice Construya), la producción automotriz se desplomó 5,3% (de acuerdo con las estimaciones de la Asociación de Fabricantes de Automotores) y la molienda de soja cayó 7,2%. Los sectores que registraron subas: despachos de cemento (+2%), producción de petróleo (+2,7%) y de acero (+0,9%).
“El estancamiento también impacta en el salario formal privado, que en julio se ubicó 1,2% por debajo del nivel de febrero y aún no muestra señales de recuperación”, puntualiza el economista Esteban Domecq. En contraste, los créditos en pesos al sector privado siguen mostrando un crecimiento real sostenido, con un alza de 2,8% en julio, aunque el ritmo de crecimiento se desacelera frente al promedio mensual de 3,7% registrado entre enero y junio. “La contracara es el fuerte aumento de la mora en los préstamos familiares, que trepó al 5,2% en junio, desde el 4,5% del mes anterior”, advierte.
El endeudamiento de las familias pasó de 2,34% del PBI en marzo de 2024 a 5% en el mismo mes de este año. De esta manera, se acerca al pico alcanzado en 2018 de 6,2%. Este crecimiento es uno de los motores que viene impulsando la actividad y el consumo, principalmente de bienes durables. De acuerdo con los datos elaborados por la consultora EcoGo, el endeudamiento familiar bancario se ubica en 3,8% del PBI, mientras que el no bancario en 1,2%. Se destaca que este último creció 3% mensual real en marzo, por encima del aumento del 2,4% que registró el crédito de los bancos. Ya llega a $9,02 billones. El encarecimiento del crédito preocupa a todos los agentes económicos. Así, el segundo semestre aparece condicionado por los niveles de tasa de interés históricamente altos no son compatibles con una recuperación de la actividad por el encarecimiento del crédito. En este contexto, subraya Invecq, difícilmente los datos de actividad muestren mejoras en la previa electoral, ya que las tasas se mantendrían altas hasta ese momento con el fin de contener al dólar. “Tras la tensión electoral, se espera un reacomodamiento en la relación tasa-dólar, con una baja de tasas y un tipo de cambio más alto, equilibrio que podría aportar algo de aire a la actividad económica en el cierre del año”, puntualiza.
¿Cuál es la agenda post elecciones? Según Eduardo Fracchia, profesor de Economía en IAE Business School, la meta después de la desinflación es recuperar crecimiento y competitividad. “Para esto, son fundamentales las reformas estructurales: laboral, impositiva y previsional. Se especula, en particular, con la reforma tributaria que exige seguir bajando el gasto público para disminuir los costos de las empresas”, indica. En forma complementaria, hay que seguir con el programa de remonetización, que va lento. Es central mantener una buena relación con el FMI. Las reformas exigirán mucho consenso. Por más favorable que sea la elección, la nueva representación del oficialismo será minoritaria en el Congreso. El desafío político es que se voten leyes que sean verdaderas políticas de Estado, enumera Fracchia.
Gira federal de la UIA
Encuentros en Tucumán y en Jujuy
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, cumplirá el martes una fugaz agenda de trabajo en San Miguel de Tucumán, que incluye un encuentro con el gobernador Osvaldo Jaldo y un almuerzo con los industriales de la provincia. La gira se encarará en la antesala del Día de la Industria, que se celebrará oficialmente en Córdoba. En ese acto, la UIA presentará el Decálogo del Nuevo Contrato Productivo, un documento que reúne los consensos alcanzados entre cámaras sectoriales y uniones industriales de todo el país, con propuestas enfocadas en una agenda común de desarrollo. Posteriormente, la comitiva de la UIA se trasladará a Jujuy para tomar in situ el pulso de la actividad industrial del interior del país.









