El fiscal solicitó 20 años de prisión para Claudio Contardi por los abusos y violencia contra Julieta Prandi.
En medio del juicio de Julieta Prandi contra Claudio Contardi por abusos sexuales y violencia psicológica, un ex socio del empresario dio detalles de lo mal que la pasaba la actriz con quien fuera su marido. Gustavo Marchesini compartió negocios e incluso cenas en casa de la pareja y contó los pormenores de la violenta relación.
Después de la declaración de Prandi en la segunda audiencia del juicio, Marchesini habló sobre lo que pudo percibir del vínculo de la artista y Contardi. Por lo que contó, se puede deducir que el gastronómico siempre usó a su ex pareja para tener más ingresos. Prandi funcionaba como una especie de anzuelo para las inversiones. Contardi manejaba todo el dinero, sin blanquearlo como su propio patrimonio.
“Él siempre evitó tener cosas a su nombre. Se manejaba con muchos coches que le daban las concesionarias, él vivía de canje con Julieta.Todo lo que hacía de negocios, era de Julieta”, sostuvo en diálogo con “A la tarde”. También relató lo que conocía del inicio del vínculo: Contardi tenía un boliche en el cual aseguraba haber conocido a Prandi. Pero de un momento a otro desapareció y se fue a Europa donde tuvo un hijo. A su regreso, inició la relación con la actriz que por entonces “era muy chica”, según Marchesini.
La manipulación de Contardi a Julieta Prandi
Contardi ejercía control absoluto sobre la actriz. Manejaba su dinero, no le permitía salir sola y tampoco conversar libremente con nadie, aunque fuera de su propio círculo. “En las reuniones que tuve con ellos, ella no podía hablar porque él la petrificaba con la mirada”, recordó Marchesini y describió al acusado como una persona “que se enoja por todo”.
“Él no dejaba que se moviera para ningún lado, ella no podía subirse a un auto, él la llevaba, la traía, él manejaba el dinero. Ella no podía hacer nada”, declaró Marchesini. También dijo que Contardi era muy celoso, pero que más que a su mujer, cuidaba “la caja”. “Julieta era una máquina de hacer plata. Él no quería que nadie se metiera”, señaló.
El episodio que más pavor desató fue el de una cena que compartieron. “Yo me daba cuenta que Julieta la estaba pasando re mal. Si te juntás con alguien y tenés que estar midiendo tus palabras porque al otro le pueden caer mal, eso no es una relación”, destacó.








