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Spotify confirmó este lunes que a partir de septiembre subirá el precio mensual de su plan individual premium en diversos mercados, entre ellos América Latina, como parte de su estrategia para mejorar los márgenes financieros.
El costo pasará de 12,72 dólares a 13,86 dólares por mes en regiones como Asia Meridional, Oriente Próximo, África, Europa, América Latina y Asia-Pacífico. La compañía informó que en el transcurso del próximo mes los usuarios recibirán un correo electrónico explicando el ajuste.
El plan premium permite a los usuarios escuchar música sin anuncios, descargar contenidos para usarlos sin conexión, reorganizar listas de reproducción, disfrutar de audio en alta calidad y acceder a la función de escucha grupal en tiempo real.
Este anuncio llega en un contexto donde las acciones de Spotify subieron alrededor de un 3% antes de la apertura del mercado. En lo que va del año, la compañía acumula un incremento cercano al 40% en su cotización. Sin embargo, el mes pasado reportó un beneficio trimestral por debajo de las expectativas, debido al aumento en los impuestos relacionados con los salarios de los empleados, que neutralizó el crecimiento en la demanda de streaming.
Polémica: artistas abandonan la plataforma
El ajuste de precios coincide con un nuevo golpe a la imagen de Spotify: varias bandas y músicos han comenzado a retirar sus catálogos en protesta contra la empresa.
Los australianos King Gizzard & The Lizard Wizard anunciaron en Instagram la eliminación de casi toda su música con un mensaje contundente: “fuck Spotify”. En sus Stories agregaron: “Spotify CEO Daniel Ek invierte millones en tecnología militar de IA. Hemos retirado nuestra música de la plataforma. ¿Podemos presionar a estos villanos tecnológicos para que hagan algo mejor?”.
El grupo se suma a Deerhoof, Xiu Xiu y al músico y productor James Kennedy, en un éxodo que pone en jaque la relación entre la plataforma y la industria musical independiente.
Con esta combinación de aumento de tarifas y conflictos con artistas, Spotify enfrenta un desafío clave: mantener el crecimiento en usuarios pagos sin perder atractivo frente a competidores y sin profundizar las tensiones con la comunidad musical.






