AL SUR DE LA CIUDAD. El proyecto del Procrear II de Tucumán contempla, en total, más de 3.000 viviendas.
Luego de un año y seis meses de paralización, el “gigante dormido” en el sur de San Miguel de Tucumán comenzó a desperezarse. De fondo, sin embargo, no resonaron la alarma de un celular, ni el timbre de un despertador, sino los dardos de la Casa de Gobierno a la Rosada.
“El Procrear II venía siendo financiado por la Nación, pero de la noche a la mañana se le sacó el financiamiento. En Tucumán quedaron 100 hectáreas sin metas ni objetivos, con obras de infraestructura paralizadas, empresas inactivas y trabajadores al borde del desempleo”, recordó el gobernador, Osvaldo Jaldo. Y reiteró que, como sucedió con otros proyectos suspendidos de jurisdicción federal, se decidió invertir recursos locales para asegurar su ejecución. “Una vez más, la Provincia le dijo a la Nación: si ustedes no pueden o no quieren invertir en el interior, nosotros nos hacemos cargo de la obra”, añadió el mandatario.
Este lunes comenzaron los trabajos preliminares en seis de los 18 sectores en que se dividió el enorme predio, situado al límite con el barrio Manantiales Sur. La idea es que, hasta el viernes, la totalidad de las firmas contratadas para llevar la primera etapa del emprendimiento habitacional estén en terreno.
Si bien se mantuvo la custodia en el lugar durante el tiempo de inactividad, empresarios consultados por LA GACETA advirtieron que revertir con premura el estado de abandono será un desafío. “Reactivar una obra de esta envergadura es más difícil que empezarla de cero”, aseguró por lo bajo un constructor.
La cuestión no radica sólo en las malezas y la preparación de maquinarias y obradores. Por ejemplo, el pozo que proveía de agua a casi la totalidad de los sectores quedó inhabilitado, debido a que fue vandalizado el tablero de la instalación eléctrica. Además, se deberá hacer las gestiones para la reconexión de servicios. De todos modos, la meta es resolver todos estos inconvenientes a lo largo de la semana, a fin de recibir la semana próxima la visita de Jaldo.
De Fernández a Milei
El megabarrio tendrá, una vez finalizado, unas 1.600 viviendas (de tres tipologías: tiras, torres y dúplex), 1.400 lotes con servicios y 50 locales comerciales, además de la infraestructura para servicios y espacios públicos.
El proyecto fue anunciado en 2022, durante la presidencia de Alberto Fernández, en el marco del Plan Procrear. Las obras tuvieron inicio en el primer trimestre de 2023, pero al poco tiempo las empresas empezaron a reportar la falta de envío de los fondos. Hacia finales de ese año, ya con el triunfo de Javier Milei, casi la totalidad del emprendimiento había quedado paralizado (con un avance promedio cercano al 10%). Y las firmas nucleadas en la Cámara Tucumana de la Construcción (CTC) comenzaron con el intercambio de cartas documento con el Banco Hipotecario, agente fiduciario del Plan Procrear. En 2024, la Casa de Gobierno intercedió ante la Rosada para gestionar el traspaso de la obra. Este año, tras la eliminación del programa habitacional, se concretó la cesión de los predios adquiridos por la Nación a la Provincia -bajo la figura de la tenencia, y a la espera de la transferencia defintiva-, se firmaron los contratos entre el Poder Ejecutivo (PE) y las constructoras y se rescindieron los acuerdos con el Hipotecario. Para ello, además, Jaldo firmó un DNU -ratificado por la Legislatura- que estableció la creación del Programa Procrear Tucumán, dependiente de los ministros de Economía (Daniel Abad) y de Obras Públicas (Marcelo Nazur).
Así, llego de varios meses de tratativas y de un sinfín de disposiciones administrativas, la obra II fue reactivada oficialmente. “Se hace realidad con recursos propios y financiamientos a largo, plazo que ya tenemos previsto conseguir”, anticipó Jaldo. En esta etapa, se construirán unas 500 viviendas en un plazo estimado de 18 meses, y se prevé una inversión de unos $80.000 millones.
Sistema de adjudicación
A la espera de definiciones
El Gobierno todavía no confirmó los requisitos ni la modalidad para la adjudicación del proyecto “Procrear II”. En su versión original, bajo la normativa marco del disuelto plan nacional, los postulantes debían cumplir con ciertas pautas básicas (ingresos, residencia, no poseer otros bienes inmuebles, etcétera). Por lo pronto, las versiones coinciden en que, ya creado el programa provincial homónimo (Procrear), es poco probable que la ejecución del barrio se concrete bajo la modalidad de casas sociales (es decir, con padrón del Instituto Provincial de la Vivienda). “El objetivo era empezar, más adelante se definirá le sistema de adjudicación”, planteó una fuente oficial.






