El factor dólar: ¿qué pasará hasta las elecciones de octubre?

Según el Gobierno nacional, la divisa estadounidense flota, pero no se traslada a precios. Los expertos advierten que ese esquema es transitorio, pero que no refleja un equilibrio del mercado.

El dólar El dólar FOTO/ISTOCK.

Entre los agentes económicos hay una sensación de que la gestión del presidente Javier Milei siempre jugó al filo del tiempo reglamentario en este partido económico que enfrenta con varios adversarios: el dólar, la inflación, las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Riesgo País, las tasas de interés y los encajes. En el último minuto, el equipo que comanda el ministro de Economía, Luis Caputo, saca los conejos de la galera y lo que parecía una crisis se disimula temporalmente. Las tensiones cambiarias cedieron. Es probable que el FMI envíe mañana mismo la remesa de U$S 2.000 millones a la Argentina, luego de que el Board del organismo aprobara la primera revisión del Programa de Facilidades Extendidas. Eso le daría cierta tranquilidad al mercado, mientras que el Gobierno puede seguir concentrándose en las elecciones que se vienen, la de Buenos Aires en septiembre y, luego, la batalla de octubre.

En lo que se refiere a política monetaria el  Banco Central (BCRA) anunció un aumento de los encajes de 10 puntos porcentuales -al 40%- a partir del viernes último. El impacto de esta medida todavía es incierto, advierte Invecq Consultora Económica: los bancos podrían reaccionar bajando las tasas pasivas o subiendo las activas, lo que no necesariamente aliviaría la presión sobre el dólar, y podría endurecer aún más las condiciones para el crédito y la actividad, que hace un tiempo ya enfrenta tasas reales elevadas.

Más allá de la suba de encajes, el equipo económico no ha dado señales de nuevas medidas en el corto plazo. Tal vez el staff report del Fondo incluya más detalles, pero por ahora no hay señales concretas en ese sentido, advierte el economista Esteban Domecq. En consecuencia, en este contexto de presión cambiaria y volatilidad financiera, empiezan a surgir algunas dudas relevantes, indica Invecq:

• ¿El Tipo de Cambio llegará a tocar el techo de la banda, hoy en $ 1.450? Si el mercado confía en el esquema actual, con tasas en estos niveles -más el desembolso del FMI confirmado-, no debería ocurrir. Pero si sucede y el BCRA interviene, ¿logrará contener la presión o la dinámica se intensificará?

• ¿Hasta qué punto el Gobierno puede sostener la estrategia actual confiando en una victoria electoral? Octubre luce lejano. Y si el resultado no es favorable, ¿hay un plan B?

•  Antes de las elecciones, el Tesoro afrontará vencimientos en pesos por casi $ 75 billones. ¿Corre riesgo el refinanciamiento? Si el rolleo es menor al 100%, ¿cuánto se dolarizará?

Según el economista Federico Furiase, “el dólar flota, pero la macro sólida impide el traslado a precios”. Y argumentó esta postura con una “macro sana, superávit fiscal, sin emisión monetaria y con el Banco Central capitalizado”. Precisamente, el director de esta entidad y uno de los integrantes del tridente cercano al ministro de Economía, Luis Caputo, relativizó las turbulencias cambiarias de los últimos días. “Se combinaron algunas cosas que tienen que ver con el típico ruido político de un proceso de un año electoral donde típicamente en Argentina las empresas o la gente se dolarizan previo a un ciclo electoral”, respondió ante la consulta de Radio Rivadavia.

Sin embargo, otra es la visión del economista Carlos Melconian, que advirtió que el tipo de cambio actual no refleja un equilibrio de mercado “que es libre y flotante de verdad”. “No hay reservas en el Banco Central y la Argentina tiene vencimientos de deuda. El mercado de cambios no genera las reservas que corresponden en términos de oferta y demanda”, indicó el consultor en diálogo con Radio Rivadavia. Además, destacó que en los últimos tres meses, las personas físicas retiraron U$S 10.000 millones del sistema, “un monto equivalente al superávit energético de todo un año, lo que refleja una fuerte presión sobre el tipo de cambio”.

El temor

De acuerdo con la visión de Gustavo Neffa, director de Research for Traders, “el dólar representa la suma de todos los miedos para los agentes económicos frente a las elecciones que se vienen en septiembre (Buenos Aires) y en octubre (parlamentarias nacionales)”. En diálogo con LA GACETA, el docente y consultor indicó que el mercado se está adelantando al Gobierno respecto de la necesidad de acumular más reservas en el Banco Central, no sólo para recomponer el poder de fuego de ese organismo, sino también para bajar las expectativas del mercado. “Caputo, en cierta medida, intentó despejar las dudas al comprar U$S 1.500 millones y vender en el mercado de futuros, pero no alcanzó. De todas maneras, en los últimos dos meses, la inflación le dio buenos números, mientras se prevé un crecimiento en torno del 5,5% par este año. Esa sería una buena base para pelear contra la suba del dólar”, argumentó. De todas maneras, acotó el economista, “el Central no puede salir a vender porque no tiene cómo hacerlo en el corto plazo con las reservas”. Neffa dijo que aquel miedo de los agentes económicos se traslada al día a día en forma de cobertura, aunque ese temor, a su criterio, es exagerado, ya que las expectativas se irán normalizando y pensar que el dólar a fines de año, como lo indican los futuros, puede llegar a $ 1.500 es un precio demasiado elevado”.

Las presiones cambiarias se sintieron con fuerza en las últimas dos semanas. El economista Federico Vacalebre consideró que existe un componente estacional que explica las fluctuaciones, como por ejemplo, el pago de aguinaldos o el cierre de balances de algunas empresas, que requiere, en varios casos, la dolarización de portafolios. Pero también, acotó el profesor de la Universidad del CEMA, no hay que perder de vista que el segundo semestre del año siempre se caracteriza en la Argentina por las presiones sobre el tipo de cambio, ya sea porque el campo no liquida divisas como lo hace durante el período de cosecha, o porque crecen por el pago de las deudas comerciales, como el caso de las importaciones. “De una u otra manera, la suba que experimentó el dólar en los últimos tiempos no ha sido azaroso y estuvo relacionada con el roll over (renovación de deuda) de las Letras de Liquidez Fiscal (LEFI), y con el aumento de los encajes”, puntualizó durante un contacto con nuestro diario.  

Vacalebre señaló, además, que la Argentina está pasando por un momento excepcional, con un escenario que pocas veces se ha visto durante la histórica económica nacional, que se caracteriza por la disciplina fiscal y, por eso, el FMI le renovó el crédito al país. En ese contexto, el economista señaló que habrá que acostumbrarse también a la flotación entre bandas de la divisa estadounidense, aunque ese sistema no es el más óptimo para acumular reservas, tal como quiere el Fondo. “Creo que se trata de una solución intermedia, no definitiva, hasta tanto se levante el cepo a las empresas. A partir de entonces, es más probable que el dólar circule y cotice con más libertad que ahora”, acotó.

Respecto del traslado del aumento del dólar a los precios al consumidor, Vacalebre enfatizó que el aumento de $ 70 de la semana, medido en dólares, es insignificante y hasta con efecto marginal. “Naturalmente, si se acerca a la banda superior, habrá un efecto más psicológico que real, aunque el traslado a inflación no es instantáneo”, explicó. Más complicado, a su entender, ha sido el reacomodamiento de los precios relativos.

Con los movimientos cambiarios de los últimos días y las medidas adoptadas para contenerlos, parecería indicar que el Gobierno optó por convalidar tasas más elevadas en los instrumentos con vencimiento cercano a las elecciones, priorizando el anclaje de expectativas en el mercado cambiario y conteniendo eventuales presiones inflacionarias. En otras palabras, apuntó Invecq, se prefirió pagar tasas más altas antes que asumir el riesgo de una mayor dolarización de portafolios. Este mes, el calendario de deudas contempla vencimientos por más de $ 36,5 billones, lo que exigirá un elevado esfuerzo de renovación. “Queda por ver si las autoridades continuarán convalidando tasas altas solo durante el período de mayor incertidumbre electoral, con la expectativa de una posterior normalización hacia un esquema de tasas más bajas. Por ahora, la transición hacia ese escenario muestra inevitables fricciones”, advirtió la consultora.

En el medio se encuentra el humor de la sociedad que espera el derrame de la estabilidad macroeconómica en la economía real, la cotidiana. Según el director de DC Consultores Políticos, Aníbal Urios, hay un impacto relativo de las fluctuaciones del dólar en la conciencia ciudadana, mirando hacia las elecciones del 26 de octubre. “No creo que haya una catástrofe hasta ese turno electoral, porque gran parte de los votantes afines o no al presidente Javier Milei coinciden en que todavía queda mucho por resolver en cuestiones económicas”, señaló a LA GACETA. Urios, en ese sentido, detalló que entre un 20% y un 25% de los electores siguen apostando por la actual gestión de gobierno e, incluso, están dispuestos a darle más tiempo al economista libertario para gobernar. Por eso, agregó, Milei comenzó a deslizar la reelección. “Pero, además, hay otro 10% a 15% de votantes que nada quiere saber con el peronismo, porque significaría volver atrás”, afirmó.

La discusión central, según el analista político, se observaría después de los comicios parlamentarios, cuando gran parte de la sociedad comience a demandar cuestiones como mejora en el poder adquisitivo, mejoras en materia de seguridad y un rumbo más claro hacia el crecimiento de la economía argentina. A 85 días de las elecciones para renovar parcialmente el Congreso, las variables económicas vuelven al centro de la escena nacional. Como en cada previa a una elección, el “factor dólar” asoma en la escena. Los sobresaltos cambiarios continuarán en la medida que el Banco Central no recomponga las reservas internacionales, las brutas y las netas, esas metas que demanda el Fondo Monetario Internacional.

En el camino, cobra fuerza una metáfora para estos tiempos lanzada por la economista y directora de Amauta Inversiones, Regina Martínez Riekes: a los mercados, como el fútbol, no los gana el que más promete... sino el que hace los goles, sean bilarditas (como Milei y Caputo), menottistas y hasta simpatizantes de la Scalonetta. Todos están en el mismo estadio llamado Argentina.

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