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El horario en que te acuestas puede ser tan crucial como la cantidad de horas que dormís o la calidad del descanso si querés proteger tu corazón y tu presión arterial. Una investigación reciente reveló este poco conocido detalle, al advertir que hombres y mujeres deberían ir a la cama a horas distintas para cuidar su corazón.
Un buen descanso es el aliado perfecto para un corazón sano. Estudio como el publicado en European Heart Journal afirman que las personas con insomnio tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca. Este trastorno del sueño eleva los niveles de hormonas del estrés, lo que incrementa la tensión arterial y la frecuencia cardíaca.
Pero los investigadores de la Universidad del Sur de China, en Hengyang añadieron una dimensión también importante en el descanso para cuidar el corazón, y esa es la hora en que nos vamos a dormir. Los estudiosos examinaron a más de 14.500 adultos para entender cómo los hábitos de sueño impactaban en su salud cardíaca.
La hora más saludable para irse a dormir
Los resultados, dados a conocer en la revista “Postgraduate Medicine”, fueron reveladores. Los estudiosos encontraron que los hombres que generalmente se iban a dormir a las 23 horas tenían un 32% menos de probabilidades de tener presión arterial alta que aquellos que se acostaban antes o después. Para las mujeres, la hora más saludable para irse a la cama era una hora más tarde, a medianoche. Según explicaron los investigadores, "el riesgo de presión arterial alta disminuyó gradualmente con el retraso de la hora de acostarse. Pero el efecto parece diferir significativamente entre los géneros".
El "asesino silencioso"
¿Por qué estas diferencias? Los investigadores añadieron que acostarse a otras horas puede alterar el reloj interno del cuerpo, lo que puede provocar un aumento de la presión arterial y también influir en los niveles de estrés mental, elevando así el riesgo cardíaco. La hipertensión es una preocupación seria en muchas partes del mundo. Es conocido como el "asesino silencioso" porque rara vez presenta síntomas hasta que sus consecuencias son graves, como un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
La presión arterial mide la fuerza con la que la sangre empuja las arterias. Valores por encima de 140/90 mmHg indican hipertensión. Factores como fumar, la obesidad, un estilo de vida sedentario y los patrones de sueño irregulares aumentan los riesgos. Es fundamental acudir al médico para un control regular, al menos cada dos años desde los 18, y anualmente a partir de los 40, o antes si hay riesgos. Cuidar nuestras horas y horarios de sueño es una herramienta poderosa para proteger nuestro corazón y bienestar general.








