EL IMPACTO. Imagen tomada de un video de los trabajos de auxilio por el choque en Biscayne Bay.
WASHINGTON.- En una tragedia que generó conmoción en Miami murió Mila Yankelevich, de siete años y nieta menor de la actriz y productora argentina Cris Morena. En el accidente también falleció una niña de 13 años, de la que no se confirmó la nacionalidad. En tanto, dos menores de 8 y 11 años permanecen internadas en grave estado.
El choque entre un velero y una barcaza en Biscayne Bay ocurrió el lunes a la mañana, pero se supo ayer que la niña Yankelevich era una de las víctimas.
La niña, hija del productor Tomás Yankelevich y de la actriz Sofía Reca, también nieta del reconocido productor argentino de televisión Gustavo Yankelevich- se encontraba en un campamento de vela para niños de entre 7 a 15 años cuando una barcaza de cargamento, propulsada por un remolcador, chocó contra el velero en el que iba junto a otras cuatro niñas y una instructora, lo hundió y lanzó a las tripulantes por la borda, cerca de la isla Hibiscus, según informaron las autoridades. El velero en el que iban las niñas quedó sumergido bajo la barcaza.
Nacida el 13 de febrero del 2018, la niña tenía un hermano mayor, Inti, de 12 años. Además, era sobrina de Romina Yan, fallecida en 2010 a los 36 años. Yankelevich y Reca estaban radicados en Miami, donde tuvieron a sus dos hijos.
NIETA Y ABUELA. Cris Morena subió a un escenario a Mila, en 2024.
Las cuatro víctimas fueron trasladadas de urgencia al Ryder Trauma Center del Hospital Jackson Memorial, de Miami, donde las dos menores fueron declaradas muertas.
Otras dos personas -entre ellas una niña de 12 años- rescatadas se encontraban “en buen estado”, añadieron las autoridades locales. La instructora, de 19 años y que trabajaba como consejera del campamento, se encontraba en estado estable y no fue llevada al hospital, informó el teniente Pete Sánchez, vocero del Departamento de Bomberos y Rescate de Miami.
Según publicó “La Nación”, las seis personas -la instructora y cinco niños- que estaban a bordo del velero se encontraban en su última semana del campamento organizado por Miami Yacht Club, de Watson Island.
“La familia del Miami Yacht Club está devastada por esta terrible tragedia”, expresó Emily Copeland, directora de la entidad deportiva. “En este momento, todavía están surgiendo detalles, y estamos reuniendo activamente todos los hechos disponibles. Nuestra prioridad es la seguridad y el bienestar de todos los involucrados”, dice un comunicado el club, que permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, por sus siglas en inglés), la agencia policial estatal que investiga el accidente, indicó que la embarcación volcó entre las islas Monument e Hibiscus.
Equipos de bomberos de Miami Beach fueron los primeros en llegar al lugar y luego se unieron los bomberos de Miami-Dade y de la ciudad de Miami, funcionarios de la FWC y de la Estación de la Guardia Costera de Miami Beach, dijo el teniente Sánchez.
Escena caótica
“Fue una escena caótica, como pueden imaginarse, especialmente cuando hay niños involucrados”, añadió Sánchez.
“Había un barco grande de basura y el velero estaba frente a él, pero los del barco no prestaron atención y los chocó. Todos salieron volando. Fue súper triste y muy aterrador”, dijo Enzo Piffaretti, un niño testigo del accidente, a la cadena Univisión.
Katie Flood-Reiss, ex presidenta del comité de regatas del Miami Yacht Club, señaló al diario “Miami Herald” que la instructora del velero no habría tenido oportunidad de evadir la barcaza. “En esas condiciones, casi sin viento, sería imposible girar rápidamente ese velero”, dijo la mujer, de 29 años y cuyo primer trabajo de verano fue dar clases náuticas a los niños en el club de Watson Island.
“Acompañamos en el sentimiento a las familias de los fallecidos y a todos los afectados por esta tragedia”, dijo el capitán Frank Florio, comandante del Sector Miami de la Guardia Costera. “Incidentes como este dejan un impacto duradero en nuestra comunidad marítima y refuerzan la importancia de aprender de cada pérdida”, dijo.
Además, Florio aseguró que la Guardia Costera llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas e identificar medidas para ayudar a prevenir tragedias similares en el futuro. La Guardia Costera estableció una zona de seguridad de 250 yardas (unos 230 metros). Parte de la investigación se centrará en qué embarcación tenía la prioridad de paso en el lugar del accidente.











