Una anomalía magnética avanza sobre Argentina: ¿qué significa y cuáles son los riesgos?

Esta debilitación en el campo electromagnético de la Tierra se encuentra en desarrollo y tiene la atención de la comunidad científica internacional.

La Anomalía del Atlántico Sur inquieta a los científicos. La Anomalía del Atlántico Sur inquieta a los científicos.
26 Julio 2025

Una "abolladura" avanza sobre parte del territorio argentino, así como se desplaza sobre Brasil, Bolivia y Paraguay. En esta extensión gigante que comprende hasta el suroeste de África, el campo electromagnético de la Tierra es significativamente más débil que en otras partes del planeta.

Esta especie de "bache en el espacio" recibe el nombre de Anomalía del Atlántico Sur (AMAS), un fenómeno en desarrollo que los científicos de la NASA vigilan con cuidado. Esta distorsión se manifiesta como una disminución notoria en la intensidad del campo magnético, una barrera capaz de proteger de la radiación solar y cósmica.

El avance inquieta a los científicos

El caso no es nuevo y de hecho preocupa a los científicos desde hace ya tiempo, cuando fue avistado por primera vez en 1958 y donde su estudio motivó el nombre que lleva ahora. La región afectada cuenta con menor protección frente a la energía que proviene del espacio, y aunque no sea un surgimiento repentino, los estudiosos lo vigilan de cerca.

Según indicaron desde el medio LM Neuquén, la AMAS demuestra un desplazamiento progeresivo hacia el oeste, de unos 20 kilómetros y una expansión de su área de influencia, lo que genera inquietud entre los expertos.

El problema está en el espacio

El principal problema no está en la superficie terrestre, sino en el espacio. Al cruzar la zona afectada, los satélites experimentan interferencias en sus sistemas electrónicos, y en algunos casos, pueden verse obligados a suspender temporalmente sus operaciones. Esto no solo impacta en la calidad del servicio de GPS y telecomunicaciones, sino también en la recopilación de datos meteorológicos, ambientales y científicos.

Frente a esta situación, agencias como la NASA trabajan en soluciones que permitan mitigar los efectos de la anomalía. Entre ellas, se destacan el blindaje reforzado de los dispositivos y la planificación estratégica de maniobras, que evitan atravesar los sectores más vulnerables en momentos críticos.

A pesar de los avances tecnológicos, el fenómeno continúa siendo objeto de estudio. Su origen está vinculado con procesos naturales que ocurren en el núcleo terrestre, por lo tanto, no existe una forma concreta de frenarlo o revertirlo. Solo queda la vía de la adaptación.

¿Consecuencias en la Tierra?

La AMAS no representa un peligro directo para las personas. La atmósfera terrestre sigue actuando como una barrera eficaz para frenar la radiación que llega desde el espacio. Sin embargo, las consecuencias indirectas del debilitamiento del campo magnético sí preocupan: interrupciones en la conectividad, degradación de sistemas de navegación y dificultades en misiones espaciales son algunas de las posibles derivaciones.

Los celulares no perderían masivamente su conexión de forma repentina, ni el internet colapsará fatalmente. El avance de este fenómeno podría registrar fallos temporales en los móviles, así como pérdida de señal o problemas en la transmisión de datos.

Los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) y el Servicio Geológico Británico (BGS) llevan adelante un monitoreo constante de la anomalía, en coordinación con organismos como la NASA. Según estos equipos, lo fundamental para enfrentar los desafíos actuales es profundizar el conocimiento del fenómeno y fortalecer los recursos tecnológicos.

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