25 Julio 2025
Dólar. FOTO/LETRAP.
En la Argentina, el dólar es mucho más que una divisa extranjera: es una respuesta casi instintiva frente a la incertidumbre. Cada vez que el tipo de cambio se mueve, el reflejo se activa. Sin embargo, después de varios meses de relativa estabilidad cambiaria, el escenario actual ofrece una oportunidad poco habitual: pausar, analizar y tomar decisiones con más estrategia que impulso.
Así lo expresó Ezequiel Socorro, asesor en inversiones de la firma privada Valerza, quien además señaló que el dólar por sí solo no es una garantía absoluta. “Ni siquiera el dólar es infalible”, advirtió. Si bien reconoció que "dolarizarse" ha sido históricamente una reacción lógica frente a la inflación y la desconfianza en la moneda local, planteó que “el contexto actual es distinto al de otros momentos”.
En los últimos días, el dólar se movió, pero sin saltos abruptos, según dijo. Esa calma, aunque sea temporal, abre la puerta a una reflexión que no siempre es posible en el país. “Veníamos de varios meses de relativa estabilidad, algo poco frecuente en nuestra economía. Esa calma -aun si es pasajera- abre una posibilidad poco habitual en nuestro país: detenernos a pensar antes de actuar. Preguntarnos si tiene sentido seguir respondiendo con la misma receta de siempre”, sostuvo.
Más allá de si se opta por el billete verde, Socorro insistió en revisar el porqué de esa elección. “La costumbre de dolarizarse no está mal. Lo que debemos revisar es si lo estamos haciendo por decisión o simplemente por reflejo”, planteó. Y sumó una advertencia: “Incluso cuando optamos por el dólar, si lo dejamos quieto, inmovilizado, sin ningún tipo de planificación, puede perder valor”.
El especialista explicó que el dólar también sufre inflación, aunque más moderada que la argentina. Por eso, guardar billetes en una caja de seguridad o en el colchón no necesariamente protege el poder adquisitivo en el mediano plazo.
Frente a eso, planteó que hoy existen opciones que permiten diversificar el ahorro y hacerlo rendir, incluso para quienes no cuentan con grandes patrimonios ni conocimientos financieros avanzados. “Desde Obligaciones Negociables que pagan intereses en dólares hasta fondos comunes de inversión con distintos niveles de riesgo y cobertura, pasando por opciones en pesos que ajustan por inflación o por tipo de cambio, hay más alternativas de las que solemos imaginar”, detalló.
Socorro destacó que este tipo de herramientas no están reservadas solo a expertos: “Cualquier persona que logre ahorrar algo puede empezar a tomar decisiones más informadas. El cambio comienza, muchas veces, por dejar de pensar en términos de todo o nada -todo en pesos o todo en dólares-, y empezar a considerar estrategias más equilibradas, diversificadas y acordes a los objetivos de cada uno”.
Respecto del valor del dólar, dijo que no hay certezas: “Existen distintas posturas entre economistas sobre si el dólar está actualmente barato o caro. La realidad es que nadie puede predecir con exactitud su valor futuro”. Sin embargo, remarcó que el gobierno de Javier Milei tiene capacidad de intervención, lo que lo convierte en “un jugador clave en la oferta y demanda de la divisa”.
En definitiva, ahorrar sigue siendo fundamental, pero hacerlo de forma planificada y diversificada puede marcar la diferencia. “Proteger el ahorro no es simplemente cambiar de moneda. Es pensar qué se hace con ese dinero, en qué plazo, con qué propósito, y con qué nivel de riesgo se está dispuesto a convivir”, prosiguió.
“Ahorrar en dólares puede seguir siendo parte de una estrategia. Pero no debería ser la única. Porque el verdadero resguardo no está en el billete, sino en la estrategia que lo acompaña”, concluyó.
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