21 Julio 2025 Seguir en 
En epoca de mandarinas u otra clase de citricos algunas personas pueden tener un exceso de este fruto y no saben como conservarlo. Una buena alternativa aparte de las tipicas mermeladas, es recurrir a una sensilla receta de licor casero.
Esta receta se viralizó en redes sociales a traves de la cuenta del usuario de Pablo Viti, que suele grabar las recetas de su "nona", quien humoristicamente comparte su sabiduria culinaria. Entre varios chistes y efectos tipicos de los reels de instragram, ambos explican el paso a paso de esta deliciosa preparación que tiene varias decadas de perfeccionamiento.
Receta de una abuela para hacer licor de mandarina
Ingredientes:
-8 cascaras de mandarinas grandes
-Medio litro de alcohol domestico (96°)
-800 gramos de azúcar
-1.300 centrimetros cubicos de agua
Paso a paso de la receta del año 1945
1. Reposo:
El primer paso consiste en pelar cuidadosamente las mandarinas, procurando que las cáscaras queden lo más enteras posible. Luego, estas cáscaras se colocan en un frasco de vidrio limpio y seco, y se cubren completamente con alcohol. Es fundamental cerrar bien el frasco y dejarlo reposar durante un período de tres a cinco días en un lugar fresco y oscuro, para que el alcohol absorba el sabor y el aroma cítrico de la fruta.
2. Preparar el almíbar:
Para preparar el almíbar, primero se debe calentar el agua en una olla a fuego medio. Una vez que rompe el hervor, se agrega el azúcar en forma gradual, revolviendo con paciencia para lograr una disolución pareja y completa. Esta mezcla debe cocinarse entre cinco y ocho minutos, sin dejar de remover, hasta que el almíbar tome un cuerpo ligero. Es importante dejarlo enfriar por completo antes de usarlo en la mezcla final.
3. Preparar la mezcla:
Una vez que las cáscaras maceradas y el almíbar estén listos y el almíbar esté completamente frío, se procede a integrar ambas preparaciones. Se vierte el líquido del frasco (sin las cáscaras) en un recipiente amplio, y luego se añade el almíbar lentamente, mezclando con suavidad. Este paso es crucial para lograr un equilibrio perfecto entre el dulzor y el sabor del alcohol infusionado con mandarina.
4. Filtrado:
Cuando la mezcla está bien integrada, se realiza el proceso de filtrado para eliminar impurezas o restos de cáscara. Para ello, se coloca un colador sobre una fuente o bowl, cubierto con un repasador limpio que ayudará a lograr un filtrado más fino. La mezcla se cuela en dos partes, permitiendo que el líquido escurra completamente.
5. Embotellado:
Con ayuda de un embudo, se trasvasa el licor filtrado a botellas limpias y secas. Es importante etiquetarlas con la fecha y algún nombre que evoque la tradición familiar o el cariño puesto en la preparación. Y como dice la tradición: siempre se prueba antes de guardar, porque cada licor tiene su carácter y su momento justo.
Consejo extra de “La Nona”:
“La mandarina te canta si está lista… cuando el aroma sube antes que el sabor.” Esa fragancia inconfundible es la señal de que la esencia fue bien capturada y que el licor está listo para disfrutarse con calma.
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