

Los gestos romanticos a lo largo del tiempo fueron inspiración para grandes historias epicas y pasionales. Uno de los impulsos más efectivo para los grandes logros fue el amor, por ejemplo, el monumental Taj Mahal en la India. Esta estructura blanca e inmensa es considerada "el mayor logro de la arquitectura" y fue construida por el emperador mogol Shah Jahan para su esposa.
Similarmente, en Baradero, Argentina, un hombre logró replicar la Casa Historica de la Independencia en honor a su esposa. Este gesto romantico logró hacerse popular de voz en voz entre los vecinos de la zona, y ahora es una atracción popular.
La historia de la replica de la casa historica de Baradero realizada por amor
Los vecinos pasan a ver, frenan, sacan fotos, incluso entran y pueden comer empanadas tucumanas realizadas por la suegra de Luis Garea, el hombre que la construyó. El nombre de su esposa era Inés del Valle Costilla, oriunda de Tucumán, se mudó a Baradero, a una casa que se ubicaba muy cerca de la de Luis, más precisamente, cruzando la calle.
Ellos eran amigos y crecieron juntos, con el tiempo llegaron a enamorarse, y en la adolescencia fueron novios. Han pasado más de 40 años desde ese entonces. “Mis bisabuelos y abuelos estuvieron casados por más de 60 años. Tuvieron un amor que duró toda su vida, pero hoy pocos los recuerdan. Y en un momento me empezó a intranquilizar la idea de que, cuando uno muere, se diluye en la historia" explicó Garea en una entrevista al medio La Nación.
Cómo comenzó la Casa de Historica en Baradero
El profundo deseo de Luis de que su amor perdurara más allá del tiempo lo motivó a construir una réplica de la Casa Histórica de la Independencia como homenaje a su esposa, pero esta vez en Baradero, la ciudad donde vivían. Aunque el proyecto no fue sencillo, él se dedicó con esfuerzo, a pesar de que muchos, incluso su familia, lo tildaban de loco. Su esposa y sus tres hijos no entendían del todo su obsesión, pero él seguía adelante, trabajando en silencio y generando intriga entre los vecinos, que incluso llegaron a pensar que estaba construyendo una iglesia.
Para llevar adelante la obra, Luis se valió de imágenes de la verdadera Casa Histórica, adaptándolas a escala para que encajaran en su entorno, a más de mil kilómetros del original. También aplicó lo que había aprendido en sus años como albañil, experiencia que tuvo antes de trabajar en una planta aceitera. Con paciencia y precisión, fue dando forma a cada detalle del edificio, decidido a dejar una huella significativa.
Con el paso del tiempo, aparecieron algunas dificultades en el camino. La pandemia interrumpió los avances, ya que era difícil conseguir materiales y moverse con libertad. Aun así, Luis no se rindió: se mantuvo enfocado, reutilizando materiales de reformas ajenas y aceptando con gratitud la ayuda de su hijo para continuar con la construcción de su homenaje de amor.







