OSVALDO VENTURINO. Su defensora pidió que sea absuelto.
Osvaldo Venturino, ex director de Inversiones y Contrataciones de la Universidad Nacional de Tucumán, podría recibir dos años de prisión como autor penalmente responsable del delito de incumplimiento de deberes del funcionario público y coautor del delito de fraude a la administración pública, si prospera el pedido del Ministerio Público en el marco del juicio que se sigue adelante por el destino que se le dieron a los fondos que llegaron provenientes de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD). Sin embargo, su defensora, Pamela Tenreyro, solicitó ayer que se lo absuelva ya que, según ella, Venturino no sólo no cometió ningún delito, sino que siempre fue “el último orejón del tarro” en el organigrama de la UNT y lejos estaba de tomar decisiones.
Al concretar su alegato, además de la pena de prisión, el Ministerio Público había solicitado contra Venturino, la inhabilitación absoluta y perpetua para desempeñarse como funcionario público y la restitución de $ 697.480.220,96 en forma subsidiaria con Olga Cudmani, -ex directora de Construcciones Universitarias-, por el alquiler del predio lindero a la obra en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y por la readecuación económica financiera en la misma obra. Todo esto fue negado por Tenreyro en las conclusiones que dio ante los jueces subrogantes del Tribunal Oral Federal, Jorge Basbús y Ana Carina Farías, de Santiago del Estero, y Enrique Lilljedahl, de Catamarca. “Osvaldo Venturino actuó en el marco de la ley, dentro de su competencia, cumpliendo con las normas que regían, al momento de los hechos, su actuación en la Universidad Nacional de Tucumán. Por esto, desde el Ministerio Público de la Defensa, se propugna que la acusación en su contra es desacertada e infundada”, dijo la defensora oficial.
Tenreyro aseguró que “este juicio se originó en una lucha política de facciones antagónicas que existió en la Universidad Nacional de Tucumán. Hago notar esto porque la misma fiscalía no mencionó a Venturino dentro de ese contexto político, ni lo tuvo como parte de lo que llamó el séquito de funcionarios del (ex rector y también uno de los imputados, Juan Alberto) Cerisola. Venturino no tiene nada que ver con aquel entramado”. “A la fecha de los hechos, él era un empleado no docente de casi 40 años de carrera administrativa, que jamás convalidó que se lo tenga como un peón de un ajedrez político y desde que se inició esta causa que lleva más de 15 años Venturino viene soportando una acusación arbitraria, injusta convertido en un blanco conveniente para desviar la atención a las verdaderas responsabilidades”, agregó. Y luego recordó: “en estas largas audiencias de debate, ustedes han visto al señor Osvaldo Venturino sentado a mi lado, un señor mayor de 78 años, jubilado, humilde, que cobra poco, como lamentablemente cobran todos los jubilados de este país y que tiene enormes deudas en la farmacia. Incluso, muchas veces no estaba a tiempo, al momento en que se iniciaban las audiencias, porque él venía caminando desde su casa porque ni siquiera tenía para un boleto de colectivo. Osvaldo Venturino no tiene ni riquezas ni bienes. En todos los años que tuvo y trabajó en la Universidad Nacional de Tucumán, nunca tuvo una sanción administrativa. Y eso no es un dato menor para el tribunal”. Y allí fue que adjetivó a Venturino como “el último orejón del tarro”. “La Oficina de Dirección de Inversión y Contrataciones no era la única oficina bajo dependencia de la ingeniera Cudmani. No voy a aceptar ni voy a tolerar que se mantenga la acusación de un hombre inocente cuando no tienen pruebas consistentes para la imputación en su contra. No tenía normativamente la disposición para manejar, administrar o cuidar, como si la tenía la ingeniería Cudmani, su superior, o sí la tenía el rector contador Cerisola”, afirmó. Y dijo luego: la imputación a Venturino únicamente se limitó con relación a una sola obra que es la obra identificada con el número 533, que es la obra que se llevó a cabo con la Facultad de Derecho”. En ese sentido, explicó, “el alquiler del terreno por calle Laprida 460 respondió a una necesidad, pero Venturino no celebró contrato, no tuvo que ver con la coordinación con el personal de la facultad para liberar el terreno; a él no se le ocurrió la idea del lugar lindero; no propuso un plan alternativo; no dio la autorización a la empresa para realizar el contrato de locación, no dictaminó con relación al pedido de pago de la empresa del canon locativo, ni reconoció a la empresa la suma de $298.042,16, por lo que creo que no cabe ninguna duda de que la acusación por esta situación debe ser rechazada sin más”.
En cuanto a la ecuación económica financiera, dijo, “se trata de un agente de cuarto grado que intervino en una etapa avanzada del proyecto”. La abogada finalmente concluyó: “queda demostrado que Venturino no incurrió en el incumplimiento de ningún deber legal, por eso corresponde su absolución. No puedo dejar de observar que el pedido de pena de los acusadores, además de infundado, es antojadizo. Y al no lograr los acusadores destruir la presunción de inocencia, pido su absolución”.
Hoy, la defensa de Sacca: después habrá cuarto intermedio hasta el 28/7
La serie de alegatos en el juicio por el destino que la UNT le dio a los fondos de YMAD continuará hoy con la alocución de Víctor Taleb, defensor del contador Luis Sacca, -ex subsecretario administrativo-, para quien el Ministerio Público había solicitado dos años de prisión como autor penalmente responsable del delito de incumplimiento de deberes de funcionario público, inhabilitación absoluta por 10 años para desempeñarse como funcionario público, además la restitución de 250 millones de pesos. Luego de esto habrá un cuarto intermedio hasta después de la feria judicial, y el juicio se reiniciará el 28 de julio, cuando alegará Alfredo Falú, representante de Olga Cudmani, quien lo hará durante dos días. Finalmente, Silvia Peyrachia y Rosa Luz Casen, defensoras de Juan Alberto Cerisola, lo harán el 4 y 5 de agosto, tras lo cual se producirán réplicas y contra réplicas y finalmente los jueces pasarán a deliberar para luego anunciar el veredicto.








