COMIENZO. Patricia Malnati y Fernando Decoud, en el arranque de la mesa panel, moderada por el editor de Economía de LA GACETA, Marcelo Aguaysol. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Lograr tener una mirada sustentable no es exclusivo de las grandes compañías. Cada vez más pymes en Argentina se suman al desafío, demostrando que es posible transformar la cultura empresarial desde lo cotidiano. No se trata de cambiar todo, sino de hacer lo mismo de una manera distinta. Así lo expresaron Patricia Malnati y Fernando Decoud en la mesa panel sobre Economía Circular y Movilidad Sustentable, que se desarrolló en el marco de la jornada “Experiencia Innovación Sostenible”, organizada por LA GACETA.
Malnati desde hace años lidera una pyme que produce compuestos de caucho. Al incorporar los principios del Pacto Global, transformó su modelo de negocio con impactos positivos desde lo ambiental y social. Además, trabaja mucho sobre ética y gobernanza, valores que considera fundamentales al momento de hacer negocios. Según expresó, es necesario entender que la sostenibilidad no se limita al ambiente: abarca también a las personas, la prosperidad, la paz y las alianzas. El proceso no es fácil, contó, ya que suelen haber resistencias internas, pero se puede llevar adelante con una firme convicción en la mejora continua y en el rol transformador que pueden tener las pymes cuando alinean su propósito con una mirada sostenible del desarrollo.
La empresaria impulsó prácticas como la medición de la huella de carbono, la optimización del consumo energético, la reducción de residuos y la economía circular.
Decoud, por su parte, es cofundador de La Argentina, una empresa familiar que hoy transita el desafiante camino del triple impacto: económico, social y ambiental. El recorrido hacia una empresa más sostenible no estuvo exento de obstáculos, reconoció. Al interior de la organización surgieron tensiones, dudas y enfoques diversos. Aun así, poco a poco, la cultura interna comenzó a evolucionar, empujada por referentes que supieron contagiar compromiso, muchas veces desde lo cotidiano y con una cuota de humor. Hoy, La Argentina tiene a la sostenibilidad como parte de su plan estratégico, enfocado en compensar y reducir la huella de carbono.
REFERENTE. Decoud es cofundador de La Argentina, una empresa familiar que hoy transita el camino del triple impacto: económico, social y ambiental. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Equilibrios
El desafío para las pymes, según se debatió en la mesa panel moderada por el periodista Marcelo Aguaysol, pasa por equilibrar sostenibilidad y competitividad. Y aunque a veces se percibe que lo ambiental encarece los procesos, a la larga es posible ver que lo sostenible también genera impacto económico. En un contexto global, además, la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ya no es opcional: para muchas empresas que exportan, es una condición para operar en mercados exigentes como la Unión Europea.
La clave está en animarse a medir, revisar procesos y repensar alianzas. Lo que no se cuenta, no se mejora, afirmaron los empresarios, destacando el valor de los reportes de sostenibilidad, la evaluación de riesgos y las compras responsables.
Otro eje central es el trabajo en red: participar de espacios como el Pacto Global, Sistema B o instituciones público-privadas permite aprender, compartir buenas prácticas y construir cadenas de valor más justas e inclusivas. Esto incluye desde el acompañamiento a talleres informales hasta convenios con universidades para integrar la sustentabilidad en el diseño de productos.
Más allá del desafío económico y la competencia desigual, sostienen que la economía circular no es solo una tendencia: es una necesidad global que ya mueve billones de dólares y exige un compromiso real. Valoraron la economía circular, no solo desde el reciclaje, sino desde el diseño de productos, los procesos productivos y la inclusión laboral. Esta nueva economía, según dijeron, representa una oportunidad real para las empresas, pero también una responsabilidad: hacerlo bien.
¿Cómo se imaginan el futuro desde el punto de vista de la sustentabilidad?, les preguntó el moderador. Los empresarios señalaron que no solo depende de tecnología o regulaciones, sino de un cambio profundo en la forma de liderar, lo cual permita construir compañías más conscientes, con impacto ambiental, social y económico, pero también con una base ética y humana sólida.
La transformación no es fácil. Requiere desaprender, revisar prácticas y construir nuevas formas de hacer negocios. Pero los líderes coinciden en que el cambio es necesario. Porque, como afirman, “no se trata solo de ganar dinero, sino de ganar dinero de otra manera”.






