Cuando no dormimos bien, las señales de la falta de descanso seguro estén en el estado de ánimo más irritable, en la dificultad para concentrarse en una tarea y en las amplias ojeras y los ojos hinchados. Pero hay otras que quizás no esperábamos. Para la ciencia, la forma en que caminamos es otra de las indicaciones de la falta de sueño.
En un artículo del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), los especialistas destacaron que la forma en que hacemos cada paso al andar puede delatarnos acerca de nuestra experiencia de descanso nocturno. Según los resultados de una investigación del MIT y la Universidad de São Paulo en Brasil de 2021, la privación del sueño afecta a nuestra capacidad para controlar la marcha o el modo de andar.
Con la participación de estudiantes voluntarios, los investigadores descubrieron que, en general, cuanto menos dormían, menos control tenían al caminar durante una prueba en cinta para correr. En el caso de los estudiantes que trasnocharon antes de la prueba, este control de la marcha se desplomó aún más.
¿Cómo fue la investigación?
El equipo reclutó a estudiantes de la Universidad de São Paulo como voluntarios para el experimento. A cada estudiante se le dio un reloj para rastrear su actividad durante 14 días. En promedio, cada estudiante durmió alrededor de seis horas al día. Algunos de ellos compensaron el sueño, recuperando horas durante los dos fines de semana del período de 14 día
La noche antes del día 14, un grupo específico de estudiantes se mantuvo despierto toda la noche en el laboratorio de sueño del equipo. Este grupo fue designado como el grupo de Privación Aguda de Sueño (SAD).
En la mañana del día 14, todos los estudiantes (incluido el grupo SAD) fueron al laboratorio para realizar una prueba de caminata. Los investigadores reprodujeron un metrónomo, y se les pidió a los estudiantes que mantuvieran el paso en la cinta camnadora al ritmo.
Los resultados demostraron errores en la sincronización de los estudiantes con el ritmo del metrónomo. Además se encontró que los errores eran mayores en las personas con privación aguda de sueño (grupo SAD), quienes se desviaban del ritmo y perdían los "beeps".
Un hallazgo inesperado
Un hallazgo "paradójico" e inesperado fue que, entre los estudiantes que no pasaron toda la noche sin dormir, aquellos que compensaron y durmieron un poco más los fines de semana tuvieron un mejor desempeño en la prueba, incluso al final de la semana, cuando la mayoría de la gente estaría cansada
Caminar no es una actividad automática
“Científicamente, no estaba claro que actividades casi automáticas como caminar se vieran afectadas por la falta de sueño”, afirma Hermano Krebs, investigador principal del Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT. “También descubrimos que compensar el sueño podría ser una estrategia importante. Por ejemplo, quienes padecen privación crónica de sueño, como trabajadores por turnos, médicos y algunos militares, si incorporan una compensación regular del sueño, podrían tener un mejor control de su marcha”.
Científicos como Krebs demostraron que caminar implica un poco más de lo que se creía. Durante la última década, el especialista ha estudiado exhaustivamente el control de la marcha y la mecánica de la marcha para desarrollar estrategias y robótica de asistencia para pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares y otras afecciones que limitan el movimiento.