Llegan días de escarcha en los Valles y frío en el llano

Llegan días de escarcha en los Valles y frío en el llano

Cuándo podrían sentirse las primeras heladas en Tucumán y cómo incidirá un fenómeno que se instaló en el centro del país.

FRÍO PERO SIN NIEVE. Leonidas Minetti (h) avisa cómo será el invierno.

El 21 de junio marca en el calendario el inicio oficial del invierno. Lo dice el meteorólogo Leónidas Minetti (h), mientras risueño pide: “tratamos de no confundir a la gente”. ¿Por qué este pedido? “Porque lo que se conoce popularmente como invierno está determinado por los solsticios, pero para los especialistas el invierno meteorológico arranca con el mes, entonces empiezan a sonar muchas fechas que pueden causar confusión”, explica. Y aclarada la diferencia, lo importante ahora es saber cómo se presentará este invierno en la provincia.

Según Minetti, en el corto plazo se prevén jornadas frías debido a la presencia de un anticiclón (una masa de aire de alta presión) instalada en el centro del país. Este fenómeno provocará un descenso de las temperaturas mínimas, que podrían llegar hasta los 4°C durante la noche.

Ante estas condiciones en algunas zonas del este y sur de Tucumán, así como en las regiones de altura, se esperan escarchas y heladas en los próximos días.

Neutralidad climática

“En general, esperamos un invierno seco, como suele ser en nuestra región, con temperaturas normales para la época”, indica el meteorólogo en declaraciones a LA GACETA.

Aunque no hay alertas por un invierno especialmente riguroso, sí se anticipan momentos de frío intenso durante el comienzo de julio, así como a principios y finales de agosto, que traerán consigo heladas.

Incluso septiembre y octubre podrían registrar mañanas frías, advierte el especialista. “Esas primeras heladas podrían sentirse ya en los primeros días de julio, incluso en San Miguel de Tucumán”, precisa.

En cuanto a los fenómenos climáticos globales que suelen influir en el comportamiento del tiempo, como El Niño o La Niña, actualmente los océanos se encuentran en un estado de neutralidad climática. “Eso incide sobre todo en las precipitaciones y no tanto en la temperatura -señala-. Y no siempre tiene un impacto directo en el norte argentino”.

No obstante, a pesar de esta neutralidad, ya se anticipan lluvias por encima de lo normal hacia la primavera.

Diversidad

Respecto de las diferencias entre el llano y las zonas altas, el meteorólogo recuerda que las áreas del pedemonte y los Valles Calchaquíes siempre son más frías. Allí, las heladas y las escarchas suelen presentarse con más frecuencia y de forma más intensa. “Eso es lo habitual. Pero lo que hay que destacar es que incluso en la capital se esperan heladas en estos días, lo cual es importante tener en cuenta”, advierte.

¿Y las nevadas? Aunque muchos tucumanos las esperan cada año como una postal invernal, Minetti aclara que no se prevé un invierno “nevador”. Las condiciones necesarias -bajas temperaturas y alta humedad- no se estarían dando, al menos en los modelos actuales. “Las nevadas sólo podrían darse en valles de altura o en zonas cordilleranas, como Tafí del Valle o la precordillera. Lo realmente excepcional es cuando llega a nevar en el llano, cosa que este año no se ve probable”, remarca.

Las temperaturas promedio para esta estación en Tucumán se ubicarán en rangos considerados normales: julio tendrá máximas de alrededor de 20°C y mínimas de 7°C; en agosto las máximas llegarán a 24°C con mínimas de 8°C; y septiembre se proyecta con máximas de 27°C y mínimas de 11°C.

Pero detrás de estas cifras, aparentemente tranquilizadoras, hay una tendencia más profunda que el meteorólogo no deja de mencionar: el cambio climático. “La temperatura del planeta está en ascenso desde hace muchos años. Tal vez uno no lo perciba fácilmente porque el aumento es de pequeñas centésimas en el promedio global, pero cuando se analiza la curva con el tiempo, la suba es clara”, sostiene.

Muchas veces, desglosa, esa sensación de calor extremo puede estar amplificada por el efecto urbano de las grandes ciudades, con su asfalto, su falta de vegetación y su densidad poblacional. Sin embargo, los registros no mienten. “Todos los años se baten récords de temperatura, tanto en verano como en invierno. Siempre un poquito más arriba de lo normal. Eso ya es una señal, y sí, estamos siendo afectados por el cambio climático”, sentencia.

De esta forma, aun cuando las mañanas frías, las heladas tempranas y las postales de escarcha en los campos tucumanos se repitan cada año, el fondo del clima está cambiando. Los inviernos se parecen a los de siempre, pero los números cuentan otra historia. Una de transformación lenta y sostenida que los meteorólogos siguen de cerca. Y aunque este 2025 no será un invierno extremo, su comportamiento puede decirnos mucho más que lo que marca el termómetro.

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