Un grupo de legisladores peronistas presentaron un proyecto para solicitar la expulsión de José Luis Espert por “inhabilidad moral sobreviniente” de la Cámara de Diputados de la Nación, a raíz de los agravios que el diputado libertario dirigió a Florencia Kirchner durante una charla en la Universidad Católica Argentina (UCA).
El hecho que motivó el pedido ocurrió el 11 de junio, un día después de que la Corte Suprema de Justicia dejara firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad. En ese contexto, Espert participó de un congreso de comunicación política en la UCA, donde evocó un antiguo tuit suyo del año 2012. “¿Cómo no vas a estar amargada si sos hija de una gran puta?”, se citó a sí mismo, generando una reacción inmediata de abucheos e indignación por parte del público presente.
El repudio fue tal que, ante el clima de tensión y el escándalo generado por sus dichos, el legislador se vio obligado a abandonar la sala.
El proyecto de resolución fue presentado por el diputado chaqueño Juan Manuel Pedrini, quien expresó que la agresión del dirigente libertario no fue un exabrupto aislado, sino una manifestación de “violencia de género y simbólica, proferida fuera del ámbito parlamentario y dirigida a una ciudadana sin cargos públicos”.
Buscan expulsar a Espert de Diputados
En los fundamentos del texto, los diputados señalaron que este tipo de conducta “lesiona gravemente la legitimidad simbólica de esta Cámara” y recalcaron que el accionar del titular de la Comisión de Presupuesto “habilita discursivamente la reproducción de discursos de odio, que degradan la calidad democrática y deshumanizan al adversario político, incluso en sus relaciones familiares”.
Además, subrayaron que “el machismo que impregnan sus palabras no puede ser desestimado como un mero 'exceso verbal'”, y reclamaron que el Congreso actúe “con todo el rigor institucional que la Constitución y el reglamento habilitan”.
“Este Congreso tiene la posibilidad de enviar un mensaje claro y contundente a la sociedad: no todo vale en la política, no todo se justifica en el discurso, y no es admisible que un representante del pueblo incurra en agresiones públicas de esta índole sin que el cuerpo delibere y actúe en consecuencia”, remarcaron.
Finalmente, los firmantes del proyecto concluyeron: “No se trata de censura; se trata de un acto de defensa institucional. No se trata de revancha política; se trata de ética pública”.