Tránsito en moto: estudiarán con los chicos si sus papás usan casco

Tránsito en moto: estudiarán con los chicos si sus papás usan casco

El proyecto se implementará tras las vacaciones de invierno en una decena de establecimientos del microcentro. Se analizarán conductas y luego se propondrán intervenciones concretas.

CRUDA DEFINICIÓN. Los tucumanos que cumplen las reglas para transitar en moto son una minoría.
11 Junio 2025

El casco de moto es obligatorio. Pero, como sucede con tantas otras normas de tránsito en Tucumán, es ignorado con naturalidad. Las excusas son múltiples: hace calor, es incómodo, está cerca el destino. Esa falta de protección preocupa, sobre todo, en un entorno sensible: las escuelas primarias. Por eso, el municipio de la Capital decidió sumarse a un proyecto piloto que apunta a observar y transformar esos hábitos, con la ciencia del comportamiento como aliada.

La iniciativa fue impulsada por el Banco Mundial y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en colaboración con el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional de la Universidad Favaloro. Se articulará también con el ministerio de Educación. El objetivo general es estudiar cómo se trasladan en moto los adultos que llevan a los chicos a la escuela y qué factores inciden en la decisión de usar -o no- el casco. Para comenzar a planificar el trabajo de campo, que se desarrollará después de las vacaciones de invierno, esta semana se concretó una reunión. Participaron Alejandra Trejo, subsecretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad; Iván Budassi, consultor del Banco Mundial; y Fernando Torrente, investigador de la Universidad Favaloro.

“Vamos a realizar un estudio sobre la ciencia del comportamiento y la seguridad vial enfocado en el uso de casco, específicamente en las escuelas”, explicó Trejo. La funcionaria detalló que el proyecto se aplicará en una primera etapa en 10 escuelas céntricas y luego se ampliará de forma escalonada. Se observará si los adultos usan casco al transportar a niños y cómo protegen a los menores.

Una vez obtenidos los resultados de esa investigación, se definirán las intervenciones necesarias para modificar la conducta. Trejo destacó que esta línea de trabajo se enmarca en una política más amplia.

Budassi señaló que el estudio busca intervenir en un entorno clave: “La Municipalidad fue elegida por el Banco Mundial y por la ANSV para avanzar con un estudio que permita incrementar el uso de casco en un ambiente muy sensible, como es el entorno escolar en el nivel primario”. Añadió que este tipo de intervención basada en ciencias del comportamiento complementa las estrategias tradicionales de castigo, incentivo económico o educación.

“En los próximos seis meses vamos a trabajar con herramientas diferentes, para ver qué pasa en los colegios y por qué muchos padres no utilizan cascos. Después se analizará qué decisiones se pueden tomar para cambiar esa conducta”, explicó el consultor.

Por su parte, Torrente planteó que muchas veces la información por sí sola no alcanza para modificar un hábito. “El objetivo es recabar información precisa que permita diseñar alguna metodología de intervención para ver aumenta el uso de casco”, dijo. Y resumió el enfoque del proyecto así: “No se trata de dar más información, sino de encontrar mecanismos diferentes para modificar el comportamiento humano”.

De la música a la calle

El plan que se pondrá en marcha en agosto no es la primera acción local para fomentar el uso del casco. Desde noviembre del año pasado se sucedieron distintas campañas con enfoques creativos y mensajes directos.

El 29 de noviembre de 2024, el Ente Cultural de Tucumán y la firma Yuhmak Motos presentaron el spot “Ponete el casco”, protagonizado por el Coro de Niños y Jóvenes de la provincia. En el video filmado en el Teatro San Martín, 37 chicos entonan una canción que combina armonía coral y cumbia, mientras lucen cascos de colores y carteles de tránsito. En menos de un minuto, el jingle transmite un mensaje simple y potente sobre el cuidado personal en moto.

Tres semanas después del estreno, el parque Avellaneda fue escenario de una intervención insólita: el “Control cantado”. Oficiales de tránsito y voluntarios de la organización Meta Tucumán ofrecieron a los motociclistas que circulaban sin casco una opción poco común: pagar la multa o cantar la canción de la campaña.

El debate se trasladó al ámbito académico en mayo, durante la segunda edición del Foro Tucumán Responsable. El encuentro, que tuvo como eje central la inseguridad vial, fue inaugurado por el antropólogo Pablo Wright. En su exposición, el especialista habló de la cultura vial argentina, en la que los comportamientos reales contradicen sistemáticamente las normas escritas. “Acá se cruza igual”, “los colectivos van rápido”, “los autos grandes no frenan”: son frases comunes que, según Wright, revelan un cuerpo social que legitima el incumplimiento. “Falta un marco conceptual integral para entender por qué pasa eso. Las ciencias sociales pueden ofrecerlo”, propuso.

Ayer, en el Día Nacional de la Seguridad Vial, el director municipal del área, José María Molina, brindó una entrevista a LA GACETA en la que ofreció una radiografía cruda del comportamiento en nuestra provincia. “El tucumano conoce las reglas, pero no quiere cumplirlas. Transitan con el casco en el brazo, y cuando nos ven, se lo ponen. Caminás 50 metros más, y ya se lo sacaron”, relató.

En paralelo, la Municipalidad organiza charlas de Educación Vial en las escuelas. Las instituciones que deseen recibir una deben presentar una nota en la Dirección General de Transporte, Seguridad Vial y Licencia de Conducir, ubicada en avenida Avellaneda 56. Las capacitaciones están dirigidas a niños y niñas de nivel primario y buscan sembrar conciencia desde la infancia.

El nuevo proyecto que se lanzará en agosto suma un enfoque distinto. Esta vez, la lupa no estará sobre las reglas, sino sobre las personas: sus hábitos, sus emociones, sus decisiones. Y sobre todo, sobre cómo proteger la vida de quienes más dependen de los adultos para estar seguros.

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