BRASILIA, Brasil.- Un ex colaborador de Jair Bolsonaro confirmó la existencia de un documento para activar un “estado de sitio” y “rehacer las elecciones” en 2022. La Corte Suprema de Brasil juzga al ex mandatario (2019-2022) de extrema derecha, acusado de haber puesto en marcha un plan para impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, que lo derrotó en las elecciones de octubre de ese año.
Bolsonaro “recibió y leyó” y luego “ajustó” un documento presentado por colaboradores que preveía un “estado de defensa, estado de sitio y prisión de autoridades”, según el acusado Mauro Cid, quien firmó un acuerdo de colaboración premiada con la justicia.
La fiscalía acusó en febrero al ex mandatario ultraderechista, de 70 años, de liderar una “organización criminal” para desconocer los resultados de los comicios de octubre de 2022 e impedir la asunción de Lula.
Por el orden de los testimonios previstos, se espera que Bolsonaro responda a preguntas en el juicio a partir de hoy.
Bolsonaro y siete ex colaboradores podrían enfrentar una pena de 40 años de prisión si son condenados por los crímenes de intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho y de golpe de Estado.
De traje oscuro, el ex presidente se sentó junto a otros acusados y sus abogados frente al juez Alexandre De Moraes, relator del caso, a quien Bolsonaro llama “dictador”.
La Justicia tiene la hipótesis de que el plan golpista fracasó por falta de apoyo de altos mandos militares.
El líder de la derecha y extrema derecha brasileñas insiste en su regreso político a pesar de estar inhabilitado para las elecciones de 2026 y niega las acusaciones, declarándose un perseguido de la justicia.
Aunque tiene derecho a quedarse callado, Bolsonaro dijo la semana pasada a periodistas que responderá “sin ningún problema” a los cuestionamientos de la corte.
Al día siguiente, ante un grupo de mujeres de su conservador Partido Liberal mostró un tono conciliador, señalando que comparecerá ante los jueces “sin querer desafiar a nadie”. “Es la hora de la verdad”, apuntó.
Los interrogatorios tienen lugar en la sede del Supremo Tribunal Federal en Brasilia, uno de los edificios atacado por bolsonaristas en enero de 2023, para pedir a los militares que derrocaran a Lula, hechos que la fiscalía también vincula al ex presidente.
En el banquillo, también se hallan cuatro ex ministros y los ex jefes de la Marina y de la agencia brasileña de inteligencia. Moraes, así como la fiscalía y las defensas, pueden interrogar a los acusados.
Según la acusación de la fiscalía brasileña, Bolsonaro se valió del apoyo de ministros, militares y otros colaboradores para tratar de aferrarse al poder en 2022. Son siete los coacusados llamados a declarar esta semana en el juicio que los expone a duras penas de cárcel por un delito contra el Estado.
El ayudante
Mauro Cid, ex edecán de Bolsonaro y considerado su mano derecha durante su gobierno, se encargó, según la fiscalía, de recopilar pruebas de fraude en los comicios que Bolsonaro perdió frente a Lula para justificar un golpe. En el teléfono del ex teniente coronel, los investigadores hallaron un discurso que Bolsonaro supuestamente daría una vez consumado ese acto. Cid, de 46 años, firmó un acuerdo de colaboración que podría dejarle con una sentencia reducida.
El candidato con plan asesino
El general Walter Braga Netto fue ministro de Defensa y candidato a la vicepresidencia en 2022 con Bolsonaro, con quien comparte su nostalgia declarada por la última dictadura brasileña (1964-1985).
Braga Netto, de 68 años, es acusado de ser uno de los líderes de la trama golpista. Según la investigación, discutió en su casa un plan llamado “Puñal Verde y Amarillo” para asesinar a Lula y otras autoridades. Está detenido desde diciembre por intentar obstruir las investigaciones.
El general modelo
De instructor de Bolsonaro en la escuela militar a ministro del aparato de seguridad durante el gobierno del ultraderechista, el general Augusto Heleno Ribeiro, de 77 años, tiene una larga trayectoria política y estuvo al frente de la Misión de Naciones Unidas en Haití. Según la pesquisa, fue uno de los arquitectos de los ataques al sistema de votación electrónica. En una reunión con Bolsonaro antes de los comicios de 2022, Heleno afirmó: “Si tenemos que dar un golpe en la mesa, debe ser antes de las elecciones”.
El ministro de la “minuta”
Anderson Torres, de 48 años, fue ministro de Justicia de Bolsonaro y estuvo encargado de la Seguridad en el gobierno de Brasilia durante los disturbios en la capital en enero de 2023 por bolsonaristas que llamaban a una intervención militar para derrocar a Lula. En su casa, la policía halló una propuesta de decreto para revertir el resultado de las elecciones, bautizada en la investigación como la “minuta del golpe”.
El ministro de Defensa
El general Paulo Sérgio Nogueira fue ministro de Defensa en los últimos meses del gobierno del ultraderechista.
Nogueira, de 66 años, asistió a una reunión en la que Bolsonaro discutió la posibilidad de decretar un “estado de defensa o de sitio” para refutar el resultado electoral y justificar una intervención castrense. El plan nunca se implementó.
El comandante de la Marina
El almirante Almir Garnier Santos fue nombrado comandante de la Marina por Bolsonaro en 2021. Estuvo presente en dos reuniones a fines de 2022 donde se discutió la eventual implementación de medidas especiales. Garnier Santos, de 64 años, apoyó la propuesta de Bolsonaro y dijo que “las tropas de la Marina estarían a disposición del presidente”, según un testimonio del juicio.
El jefe de inteligencia
El diputado Alexandre Ramagem es un expolicía y hombre de confianza de la familia Bolsonaro que comandó la agencia brasileña de inteligencia ABIN durante el gobierno del ultraderechista.
Ramagem, de 53 años, es señalado de orquestar una campaña de desinformación en redes sociales contra opositores de Bolsonaro y el sistema electoral, auxiliado por una red de policías y agentes de inteligencia.