27 Mayo 2025
Una de las pinturas que compartió María Becerra.
No es la primera vez que María Becerra debe guardar reposo durante un período para recuperar su salud. Tampoco es la primera vez que atraviesa un embarazo ectópico. Pero sí es la primera vez que se manifiesta de una manera tan visceral, íntima y artística. A casi un mes de su operación de urgencia, la cantante compartió una pintura que hizo en las últimas semanas.
Las cuentas secundarias se convirtieron en un fenómeno en las redes sociales, sobre todo en Instagram. Los jóvenes y adolescentes adoptaron la costumbre de crear cuentas destinadas a cubrir fines diferentes a la de los perfiles públicos. En ellas suelen tener menos filtros, compartir más experiencias negativas y hasta generar una especie de archivo de respaldo.
María Becerra tiene una de esas cuentas y la hace funcionar casi como un alter ego. Lejos de los posteos publicitarios que siguen los lineamientos de la industria musical del pop, en @aca_me_expreso_diferente –el usuario de su cuenta secundaria–, comparte una parte suya menos mainstream.
La dura pintura de María Becerra que representa su operación
Uno de los sueños de María Becerra y su pareja J Rei es ser padres. Desde el primer embarazo ectópico que atravesó la cantante, ambos compartieron con sus seguidores ese deseo. Hace apenas unos días, el rapero agregó un detalle y es que no solo quieren formar una familia con hijos, sino que quieren lograr ese objetivo aún siendo jóvenes. Pero el cuerpo de la artista tiene otros planes o al menos pone condiciones diferentes.
“Hoy les comparto este triste cuadro que empecé hace unos 25 días y aún no pude terminar… tampoco creo que lo haga nunca ya que siempre que intento seguirlo me pongo a llorar”, escribió Becerra en su última publicación en esta cuenta. Así, la artista mostró cómo canaliza sus emociones por otras formas artísticas como la pintura, el tejido, el bordado y la cerámica.
El episodio es duro y la joven pareja lo asume. “Representa mucha oscuridad este cuadrito para mí –reflexionó la cantante–, pero también un poco de esperanza… ahí, a lo lejos, ahí por debajo de la derecha donde se ve un poco despintado quería hacer algunos globitos flotando, pero nunca pude”.
El cuadro tiene un fondo que degrada desde el azul hacia el celeste. La figura principal es un útero. Hacia su izquierda, una de sus partes aparece amputada y el pequeño cuchillo que Becerra pintó incrustado así lo refleja. Pastillas, medicación, una jeringa también incrustada en el útero acompañan la imagen. Una mariposa posa sobre uno de los laterales. Pero hacia la parte más oscura, una bolsa de sangre y una rosa negra marchita entristecen el cuadro. El útero tiene mirada y unos ojos que lloran. Y hacia la parte inferior, una puerta permanece cerrada y con signos de interrogación.
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