Luis Caputo, ministro de Economía.
En vista de las dificultades para acumular reservas y volver a los mercados internacionales, el Gobierno lanzó un nuevo bono en pesos para captar dólares y despejar las dudas sobre el esquema cambiario puesto en marcha desde la salida del cepo. El título dirigido a inversores internacionales será licitado este miércoles con la intención de tomar deuda en moneda dura en lo que será el primer experimento de este estilo desde el 2018, según estiman en el Ministerio de Economía.
"Argentina vuelve a ganar acceso a los mercados internacionales, para refinanciar Capital de deuda en moneda local. Algo que la gran mayoría de los países hacen con normalidad, pero que para Argentina no era posible, dado el descalabro económico heredado. Producto de ello, fue que el año pasado el Banco Central pudo acumular solo un porcentaje menor de las compras récord de dólares que hizo en el mercado, ya que hubo que pagar no sólo los intereses, sino también el capital de los vencimientos de deuda.", dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, en la red X.
Y agregó: "Es importante destacar que esta operación NO implica un aumento de la deuda bruta, ni tampoco neta. Solo un aumento del nivel de reservas en dólares del BCRA y una extensión significativa de duracion de la deuda en moneda local".
Si bien Caputo presentó el bono como una suerte de retorno a los mercados globales de deuda, desde Wall Street lo consideraron un anuncio con "puro marketing" debido a que se trata de un bono ley local y porque paga al inversor en pesos. "Las características principales de “volver al mercado internacional” son dos: ley Nueva York y pago en moneda dura, o sea dólares o euros", señalaron en un fondo que opera en las bolsas de Estados Unidos.
El ministro de Economía dijo la semana pasada que esperaba volver "este año" a los mercados internacionales de deuda, pero reconoció que el riesgo país tiene todavía un componente de costo político por el supuesto temor a "volver al pasado". En rigor, el indicador del JP Morgan se mantiene en torno a los 650 puntos, casi el doble de los 360 puntos con los que Caputo salió a los mercados por última vez en enero de 2018, pagando una tasa de hasta 6,95%.
Luego, en abril de 2019 se cerraron los mercados externos y la gestión de Mauricio Macri recurrió al FMI, que terminó desembolsando US$ 44.000 millones. Un préstamo que llevó a la gestión de Alberto Fernández a refinanciar ese crédito con otro programa financiero y, en abril pasado, la administración de Javier Milei tomó deuda por US$ 20.000 millones, aunque alcanzaría para refinanciar poco más del 10% del programa previo debido a los fuertes vencimientos de deuda.
Según el llamado a licitación, el bono en pesos a tasa fija con vencimiento 30 de mayo de 2030 (Bonte) se suscribirá únicamente en dólares estadounidenses, utilizará el tipo de cambio oficial del miércoles y será solo para inversores internacionales. Las divisas entrarán directamente a las reservas, y el título se podrá suscribir con Euroclear, lo que le da más facilidades a los inversores.
El Banco Central allanó el camino el jueves con la comunicación A8245, en la que habilitó a fondos no residentes a participar de licitaciones primarias del Tesoro con dólares, en lugar de tener que venderlos en el mercado de cambios y suscribirlo con pesos. Así, pueden acceder al mercado oficial para "dolarizar" inversores de portafolio con un plazo de permanencia superior a 180 días. "Esto incentivaría al carry desde el exterior", señaló PPI.
Desde la salida parcial del cepo, el Gobierno se autoimpuso el objetivo de no comprar reservas hasta que el dólar toque el piso de la banda de $1.000, pero intervino en el mercado de futuros para mantener el tipo de cambio debajo del centro de la banda. Así, durante abril se desprendió de US$ 408 millones y el dólar minorista cerró este lunes en $ 1.160. Sin poder acumular reservas, Caputo ideó otros canales para sumar divisas y mostrar capacidad para cubrir los pagos de deuda.
"Están buscando sumar dólares sin comprar dentro de la banda, ya que no pueden sumarlos comprando, tienen pagos en el año y el que viene al Fondo y bonistas, y sino se les va a ir buena parte de las reservas que les desembolsó el Fondo. Con lo cual no cumplirán la meta de reservas del FMI, porque están muy lejos, pero sumarán algo. Quieren seguir usando el ancla cambiaria y la intervención de futuros, buscan sumar reservas endeudándose", afirmó Gabriel Caamaño, director de Outlier.
A principios de mayo, algunos bancos de inversión en Nueva York se hicieron eco de un rumor sobre un supuesto canje de deuda en dólares ante el pago que vence en julio con los bonistas por US$ 4.500 millones. Para contrarrestar las dudas en Wall Street, el equipo de Caputo avanzó en medidas para que los argentinos saquen fondos no declarados del colchón, y anunció que negocia un préstamo REPO con bancos internacionales por US$ 2.000 millones.
También espera que el Fondo desembolse en junio US$ 2.000 millones, junto con otros posibles US$ 2.000 millones de otros organismos. Sin embargo, para obtener los dólares del FMI, Argentina debería cumplir en teoría con la meta de reservas de junio, que implica sumar US$ 6.000 millones en tres semanas. El nuevo bono viene a sumar otra canilla para descomprimir la salida de divisas por los pagos de deuda.
"Se parece mucho a otros bonos que han emitido, nada más que con la comunicación del BCRA no tienen que pasar por el mercado de cambios, entonces el gobierno se hace directamente de dólares y de reservas netas, mejorando el indicador que va a auditar el FMI en tres semanas. No van a cumplir, pero van a estar más cerca, y se hace de dólares para pagar vencimientos de dólares hard dólar el 9 de julio", dijo el economista Jorge Neyro.






