Un momento de fuerte tensión se vivió este miércoles en Mujeres Argentinas, el programa que conduce María Belén Ludueña por El Trece, cuando su esposo y jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, protagonizó un cruce con la panelista Amalia Díaz Guiñazú. El intercambio dejó una huella emocional que se evidenció minutos más tarde, cuando Ludueña rompió en llanto frente a las cámaras.
El episodio ocurrió en el marco de una entrevista con Macri a solo cuatro días de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. Durante la charla, el mandatario se refirió al sistema de bicisendas y mencionó que algunas no estaban bien integradas al tránsito, citando como ejemplo la ubicada sobre Marcelo T. de Alvear. Fue entonces cuando Díaz Guiñazú -vecina de esa zona- intervino y relató que había sufrido un accidente en ese lugar mientras circulaba en bicicleta.
“Me atropelló un colectivo y las cámaras no funcionaban”, denunció la periodista, cuestionando la eficacia del sistema de videovigilancia. Jorge Macri respondió con dureza: “Tenés información muy mala”, y sostuvo que el sistema tiene una efectividad del 93%, un margen que consideró aceptable.
La tensión creció rápidamente. Díaz Guiñazú insistió en que había constatado la falta de imágenes junto a la Policía, a lo que Macri retrucó que podía visitar el centro de monitoreo para verificarlo y la acusó de querer “hacer lío”. Aunque la conversación continuó con otra de las panelistas, el ambiente ya estaba visiblemente cargado.
Luego del corte, y ya sin Macri en el estudio, el programa siguió con su dinámica habitual hasta que Ludueña, al intentar leer una publicidad, se quebró al aire.
“Pasó algo recién al aire y yo soy una mujer, les quiero transmitir que este es el lado B de la política”, expresó entre lágrimas. La conductora aprovechó para compartir que está atravesando un momento personal sensible: “Como muchas mujeres, estoy buscando convertirme en mamá y eso también afecta”. La emoción se mezcló con la presión de acompañar a su esposo en plena campaña electoral, y Ludueña no ocultó su vulnerabilidad.
Durante su descargo, también aclaró que Macri le envió un mensaje posterior al incidente con Díaz Guiñazú, en el que explicaba que no quiso sugerir que a la periodista “le gusta hacer lío”, sino que entiende que su rol es provocar desde el periodismo. Ludueña se disculpó con la audiencia y con el canal por no poder separar lo profesional de lo personal: “Este es un espacio que valoro y que construí con esfuerzo”, dijo.
Visiblemente conmovida, agradeció el acompañamiento de sus compañeras y se dirigió directamente a Díaz Guiñazú: “Las respeto, las valoro, las quiero. A vos también, Amalia”. La panelista, por su parte, respondió con firmeza y empatía: “No me gusta hacer lío, pero tampoco pido disculpas por hacer mi trabajo. Las preguntas incómodas son parte de nuestro rol”. Además, aclaró que desconocía el estado emocional de Ludueña y le ofreció su apoyo.
El resto del equipo expresó su respaldo a la conductora, quien cerró el programa reconociendo la carga emocional del momento: “Hay muchas hormonas dando vueltas. Se mezcla todo”.