Los planes electorales del PJ de Jaldo y del peronismo del “Grupo de los seis”

Los planes electorales del PJ de Jaldo y del peronismo del “Grupo de los seis”

La confrontación en el justicialismo tucumano está planteada y blanqueada. Los pasos que Osvaldo Jaldo está dando en el oficialismo y el partido, para prepararlos electoralmente, y la reaparición pública de Juan Manzur en Tucumán subieron la interna al carril rápido de la autopista electoral.

El gobernador Jaldo, vicepresidente del PJ y conductor del oficialismo, reunió al Consejo y dio un paso más para la conformación del frente que contendrá su lista. Convocarán a todos los partidos que tradicionalmente participaban. Será una medición: los que se presenten estarán de ese lado y los que no, automáticamente del otro. Sucede que entre esas fuerzas “invitadas” hay varias que responden al kirchnerismo y a sectores progresistas que repudian el tenor del vínculo entre el Gobierno provincial y la Casa Rosada.

La idea del PJ jaldista es propiciar que la interna se dirima, valga la redundancia, en una interna partidaria. “Es la única manera de resolver quién tiene qué, de medir las fuerzas reales”, resume un referente cercano al despacho del tranqueño. Afirman que si ellos se arriesgaron a participar por dentro en 2021, los contendientes deberían hacer lo mismo.

Saben que cuentan en sus filas con la figura mejor posicionada -Jaldo- y con los otros dos “institucionales” más relevantes de Tucumán: Rossana Chahla y Miguel Acevedo. También con intendentes, legisladores, concejales y comisionados y aspiran a ampliar esa base hacia ex ocupantes de esos puestos.

Aún sin lista, pero con tiempo para armarla, van entrando en “modo elección” de a poco, con declaraciones contra Cristina Fernández y sobre los comicios.

Mientras, en tierras taficeñas va tomando forma la línea disidente. Las reuniones entre las principales figuras se multiplican y el “Grupo de los Seis” parece consolidado. También se han acercado referentes que más adelante podrían blanquear su participación.

En el antimileísmo tienen resuelto a su candidato principal: el legislador Javier Noguera, referente político de Tafí Viejo. Entre sus armadores políticos están el diputado Pablo Yedlin y el legislador Cristian Rodríguez. El embajador e interlocutor con el cristinismo es el senador Juan Manzur. La senadora famaillense Sandra Mendoza y el legislador Gabriel Yedlin completan la mesa chica.

Aunque desde la sede del Ejecutivo se observa a Manzur como cabeza, puede que la cuestión del liderazgo esté más repartida.

Ambos espacios trazan sus planes, con distintas alternativas, camino a octubre.

Hojas de ruta

Jaldo piensa y repiensa estrategias para el armado. El mandatario avanza y sigue analizando el panorama puertas para adentro, pero sin perder de vista a la oposición. Las líneas de acción que pasan por su cabeza serían las que se esbozan en los párrafos que siguen. Una curiosidad: la diputada Gladys Medina es la única que figura en las tres.

Plan A: la idea original era apostar por Chahla y/o Acevedo, figuras con poco desgaste y buena imagen. Además tienen los condimentos necesarios: poder y recursos. Ante la negativa que sostendrían ambos, las posibilidades tuvieron que ampliarse. También la desestimación de la candidatura del ministro del Interior, Darío Monteros, afectó el asunto. Por eso se comenzaron a mencionar otros nombres, como Medina, los ministros Regino Amado y Eugenio Aguero Gamboa y el legislador Gerónimo Vargas Aignasse.

Algunos aseguran en el entorno gubernamental que se intentará alguna vez más la opción Acevedo porque, en combinación con Medina, concentraría el poder territorial del interior y se aseguraría el trabajo de los legisladores.

Hay quienes guardan esperanzas de que el vice acepte, pero en su entorno lo descartan, porque juran que está firme en el no. Hay justicialistas de experiencias que consideran que sería una oportunidad para Acevedo, para demostrar en las urnas su potencial.

Plan B: implicaría un acuerdo con los disidentes para apagar la interna. Altas fuentes de la Casa de Gobierno afirman que Jaldo, mediante un interlocutor, habría enviado mensajes a Manzur en pos de la unidad. De acuerdo con esta versión, habría ofrecido al senador que su línea pusiera el segundo postulante de la nómina, por detrás de la bandeña Medina. Manzur, dicen, habría acercado un nombre que no habría conformado al gobernador. Este supuesto acercamiento estaría cortado por el momento, según estas mismas fuentes.

En el PJ hay quienes creen que esta posibilidad sería la solución para evitar un proceso que puede perjudicar al movimiento. Para muchos, no son gratos los recuerdos de la compulsa anterior. Además de que el escenario para el peronismo como opositor de La Libertad Avanza es cuanto menos incierto en el país.

Plan C: Jaldo venía pensando en ir en la lista desde el año pasado, aunque como suplente. El cambio en el sistema de votación, sin embargo, haría que se descarte esto porque en el diseño de la Boleta Única las fotos y los nombres son sólo de los titulares. El tranqueño no descartaría ponerse él mismo a la cabeza de la nómina, para traccionar. Si lo hizo en otras oportunidades para respaldar otras gestiones ¿Por qué no lo haría cuando se “plebiscita” la propia? Pero, claro, ahora es gobernador. Ese no es un punto menor, porque implica un riesgo más alto, de someterse a un electorado que es una incógnita. En tiempos de mileísmo, la ciudadanía mostró que su comportamiento cambió

¿Y si le sale bien? Quedaría empoderado y listo para presentarse en la reelección. Hay un detalle: podría demostrar que no necesitaría a otros dirigentes.

El gobernador tendría previsto encargar mediciones para palpar qué opina la gente de las testimoniales y tomará en cuenta los resultados para la definición.

Los Seis

La vertiente que encabezará Noguera como candidato pretende representar al peronismo antimilei y están convencidos de que podrán sentar un diputado en el recinto. Apuntan a que Fernández de Kirchner salió fortalecida tras el rechazo de “Ficha Limpia” y que el panorama cambiará a partir de ahora en el justicialismo nacional y que eso puede derramarse hacia las provincias.

Consignan que sienten hostilidad por parte del oficialismo, por la postura hacia el Municipio de Tafí Viejo y por las declaraciones contra Cristina. Asimismo, advierten que los legisladores que lo integran no se irán del bloque en la Cámara y que no intentarán entorpecer la gestión de Jaldo.

Respecto de los planes que analizan, podrían sistematizarse en dos:

A- La lista dentro del PJ: la alternativa se daría sólo si hay intervención del distrito y ello implicaría que podrían ser la nómina oficial. Miembros del Grupo se reunieron con Manzur en el senado durante la semana y acordaron retomar la gestión para una reunión con la presidenta del PJ nacional. Podrían tener definiciones en estas próximas horas. El encuentro incluiría sólo a los Seis y algunos de ellos plantearán la posibilidad de la intervención para conocer de primera mano la opinión de la ex mandataria y para poder requerir que la considere.

¿No contemplan la unidad? No. Desmienten de manera tajante que Manzur haya recibido una propuesta formal de Jaldo -mediante interlocutores- para avanzar en un acuerdo. Afirman que no pueden integrar una misma propuesta porque, de llegar a ser electos en ese espacio, en Diputados no votarían a favor de las políticas que impulsa la Nación, a diferencia del bloque Independencia. Además, consignan que la unidad sería sólo posible si Cristina Fernández la admitiera y advierten que la estrategia nacional del partido aún no fue definida. De todas maneras, descartan que ella pueda apoyar dirigentes que podrían luego optar por apoyar a Milei.

B-Presentarse por otro frente: es una posibilidad que tienen en cuenta. Esto les permitiría libertad de acción y no tener que someterse a las reglas o posibles obstáculos que creen que el jaldismo podría ponerles.

La intervención

En el oficialismo jaldista prácticamente la descartan. En parte, porque vienen trabajando para que no se concrete y, a la vez, buscando estrategias para protegerse si es que llega a suceder. Semanas atrás, trascendió que los congresales nacionales que responden a la Casa de Gobierno acordaron, por pedido de Jaldo, votar en contra de las intervenciones en otros distritos cuando se concrete la reunión del Congreso en Buenos Aires (fue suspendida por la muerte del papa Francisco). No sería un hecho aislado. Sucede que los gobernadores peronistas que dialogan con Milei tendrían en mente un plan conjunto para evitar intromisiones.

En el seno del PJ federal se dice que Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil vienen trabajando con Ricardo Quintela para que un grupo numeroso de congresales no sólo voten en contra sino que, además, emita un documento instando a CFK a que no interfiera en las situaciones provinciales. Palabras más, palabras menos, es una medida para que Manzur no impulse la intervención del PJ de Jaldo ni Lucía Corpacci, el de Jalil ¿Y si pasa? El jaldismo tendría previsto un frente alternativo para poder participar de los comicios.

¿Quiere Manzur la intervención? Varias fuentes sostienen que no es un asunto deseado por el presidente del partido local. Porque si la pidiera, dicen, probablemente ya se hubiera concretado.

La cuestión de la intervención atraviesa el conflicto entre las líneas. Es también el límite que marca la relación Jaldo-Manzur, que parece tensa pero que no se manifestó totalmente rota por el momento. Si bien ellos no hablan y mantienen posiciones disímiles en relación a la Nación, no han confrontado de manera directa ni con intensidad. También es notorio que ambos, por roles y temperamentos, manejan distinto el tiempo: Jaldo apura definiciones, mientras Manzur es más pausado.

¿Hasta dónde se tensará la cuerda? Esa es la gran pregunta que surge en ambos lados. De cumplirse o no, la intervención podría ser un parámetro que responda ese interrogante y que influya en los planes de ambos para las elecciones.

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