A recalcular la lucha contra el narcotráfico

A recalcular la lucha contra el narcotráfico

“Rosario no es una ciudad que tenga problemas con los rosarinos. Rosario está en un punto logístico en la Argentina de donde sale todo. Y, muchas veces, la falta de controles lleva a eso. No me imagino el final del ‘Operativo Bandera’, pero sí pienso que en el norte la Nación debe asumir mayores funciones de control”. Esa fue la primera frase de peso que lanzó el intendente de esa ciudad Pablo Javkin que días atrás estuvo en Tucumán. El funcionario, que de a poco va poniendo orden en una metrópoli que durante años se desangró por la violencia narco, realizó un interesante análisis sobre el narcotráfico.

En diciembre pasado, la Nación lanzó el “Operativo Güemes”, un plan similar al “Operativo Bandera” ejecutado en Rosario. El objetivo era copar el espacio que paulatinamente ocupaban los narcos en la frontera con Bolivia. Pusieron los ojos en las localidades de Aguas Blancas y Salvador Mazza. Han pasado seis meses y los resultados no serían los esperados. En el primer cuatrimestre del año, en todo el NOA se secuestraron 3.067 kilos de drogas, un 15% menos que en idéntico período del año pasado en el que se decomisaron 3.530 kilos de estupefacientes.

La ministra de Seguridad resolvió reforzar la zona con efectivos de las fuerzas federales que ya actuaban en la región y sumó a la Prefectura Naval (tiene a su cargo el control del río Bermejo) y a las Fuerzas Armadas. Hasta el 30 de abril, en toda la región, según las estadísticas a las que tuvo acceso LA GACETA, se concretaron 86 procedimientos, 18 más que en el primer cuatrimestre del año pasado.

Pero los operativos se concretaron cada vez más lejos de la zona roja. Esa es una de las razones por las que en Tucumán se incrementó casi un 400% el decomiso de drogas y en Santiago del Estero, un 330% con respecto al año pasado. Como contrapartida, en Salta se mantuvo el índice de incautaciones de 2024 y, en Jujuy cayó casi un 90%.

Sufrimiento

“Cuando se dejan de lado cuestiones teóricas, cuando se trabaja en serio con planificación e inteligencia criminal, con control en las redes, los resultados son rápidos. Y lo mismo tiene que suceder en el norte del país. En realidad, la droga que llega a Rosario no se produce allí, ni tampoco en la Argentina. Entra por redes, por el Este, por el Noroeste, y las poblaciones de esas zonas sufren el problema”. Esta fue otra de las definiciones de Javkin en la entrevista que le hizo Marcelo Aguaysol y que se publicó el domingo en LA GACETA.

En el NOA, Salta es la provincia que más sufre con los narcos. En los primeros cuatro meses del 2025, más del 50% de la droga incautada en la región partió de esa jurisdicción. Orán, con más de 1.400 kilos, sigue siendo el principal origen de la sustancia decomisada.

Es cierto que hubo una disminución del 15% con respecto al año pasado que llegó a ser de más de 1.600 kilos, pero es innegable que los narcos están buscando otras localidades para continuar con el tráfico. Las fuerzas, en lo que va del año, decomisaron en otras localidades salteñas 608 kilos de estupefacientes, un 20% más que en 2024.

Caminos

Javkin hizo una lectura bastante particular sobre lo que sucede con Rosario al comentar que las principales rutas nacionales desembocan en esa ciudad. “Ese viejo camino real todavía sigue siendo el conducto de la logística en la Argentina para el delito. Y allí la Nación tiene que tener más presencia. Para decírselo más claro: es más lógico que tengamos un prefecto en Rosario y un gendarme en el Norte”, explicó.

El funcionario, quizás sin saberlo, tocó un tema que no es reconocido por las autoridades nacionales. Más de 1.500 kilos de droga incautados en el NOA fueron en procedimientos realizados en la ruta 34, que muere en Rosario y caminos alternativos a estas. En Tucumán, en el puesto de 7 de Abril, que está ubicado en el límite con Salta y Santiago del Estero en esa vía de comunicación, se decomisaron 289 kilos, más del 50% de los 528 incautados en lo que va del año.

Un dato: el control fijo es de la Policía, Gendarmería Nacional sólo realiza controles esporádicos por ese lugar. Tampoco se le puede pedir mucho a esta fuerza, ya que en nuestra provincia cuenta con poco menos de 100 hombres y no más de una decena de móviles que tienen más de 15 años de antigüedad.

Tucumán, por cuestiones geográficas, es un punto clave en ese “camino real”, como lo llamó Javkin. Por esa razón: ¿es descabellado pensar que la provincia se afianzará como centro de acopio de drogas? Tal vez sirva para encontrar una respuesta al siguiente detalle: en el NOA se secuestraron 587 kilos de cocaína que tenían como destino Tucumán, mientras que el año pasado fueron 20 kilos.

Desafío

El intendente de Rosario reconoció que el financiamiento del “Operativo Bandera” corre por cuenta de la provincia de Santa Fe. En Salta ya se están preguntando qué fondos aportará la Nación para “bancar” la movilización de los efectivos de las Fuerzas Armadas y el despliegue de hombres de las fuerzas federales. Están tan preocupados que hasta analizan si servirá de algo que el Ejército haga acto de “presencia” y nada más en la zona roja del narcotráfico.

En Tucumán redoblarán la apuesta por el Operativo Lapacho. Con todo lo que está sucediendo está claro que la Nación no puede acabar con la permeabilidad de la frontera norte. Esperar que se organice un bloque regional para frenar a los narcos es una utopía.

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