La posibilidad de vapear en espacios cerrados tendría las semanas contadas en Tucumán. La Legislatura analiza una modificación a la Ley 7.575, que prohíbe fumar en espacios cerrados, para que se incluya al cigarrillo electrónico entre las restricciones debido al uso creciente de estos dispositivos y de los riesgos que representan para la salud. Este impedimento ya se encuentra vigente en dependencias del Ministerio de Salud de la provincia y edificios municipales de Yerba Buena, entre otros.
Autoridades del Colegio Médico de Tucumán se reunieron con el vicegobernador, Miguel Acevedo, y algunos legisladores para acercarles la inquietud y proponer que se reforme la Ley 7.575 y se extiendan las restricciones al vapeo. “Está demostrado que el vapeo no es inofensivo: contiene nicotina, genera adicción y puede dañar pulmones, corazón y cerebro”, afirmó Héctor Sale, presidente de la institución.
La posibilidad de una modificación a la norma que data de 2005 se analizó días atrás, en un encuentro del que también participaron parlamentarios integrantes de la comisión de Salud Pública: Gabriel Yedlin (presidente) y Alberto Olea. Se remarcó que dicha ley significó un cambio cultural muy importante respecto al consumo de tabaco. “Hoy, frente a la proliferación del cigarrillo electrónico, es necesario avanzar con una regulación que contemple esta nueva problemática”, dijo el médico neumonólogo, que fue acompañado por la secretaria general de la institución, Celia Valdez.
El titular del Colegio Médico advirtió que aunque los cigarrillos electrónicos fueron presentados inicialmente como un método para dejar de fumar, en la práctica han incrementado el consumo de nicotina, sobre todo en jóvenes. “Nos preocupa profundamente el desconocimiento de la población sobre los riesgos asociados al vapeo. Queremos transmitir un mensaje claro: el cigarrillo electrónico también enferma”, afirmó.
Yedlin, por su parte, destacó la voluntad de la Legislatura para impulsar una normativa que refuerce la protección de la salud. “Este proyecto es una continuidad de lo iniciado con la ley antitabaco, que tuvo un impacto muy positivo en la provincia. Lo que proponemos es sumar el componente del vapeo, porque entendemos que vapear es tan dañino como fumar”, sostuvo. Añadió que hay evidencia científica sobre los efectos adversos del cigarrillo electrónico y es contundente.
Pedido al PE y medidas
Paralelamente, legisladores del bloque Compromiso Tucumán tienen presentado un proyecto de resolución para exigir al Poder Ejecutivo la promulgación y el efectivo cumplimiento de la modificación de la Ley 7.575, la cual fue sancionada el 8 de octubre de 2019 en la que se incorpora al cigarrillo electrónico o vapeador dentro de la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados. La iniciativa fue presentada por Claudio Viña, con el apoyo de Rodolfo Ocaranza y Walter Berarducci.
El médico inmunólogo Alfredo Miroli, por su parte, explicó en LG Play que el vapeo es cancerígeno y dañino. Dijo que produce la posibilidad de sufrir cáncer de labio, de lengua y la alteración del ADN, y que la exposición pasiva a los aerosoles conlleva efectos negativos. Señaló que estudios recientes demuestran que el uso de los vapeadores genera la emisión de partículas PM2.5, nicotina y sustancias cancerígenas que pueden contaminar espacios cerrados.
Por iniciativa de Miroli, semanas atrás el Colegio Médico de Tucumán declaró sus instalaciones libres de vapeo mediante resolución. El inmunólogo aseguró que el decano de la Facultad de Medicina de la UNT, Mateo Martínez, tomó una decisión en el mismo sentido en las instalaciones educativas. De idéntico modo avanzó el Ministerio de Salud Pública que encabeza Luis Medina Ruiz, para declarar libres de vapers sus oficinas. En tanto que el intendente Pablo Macchiariola tomó una decisión similar para las dependencias municipales de Yerba Buena.