El cielo de San Miguel de Tucumán amaneció lloroso, como si supiera que algo grande estaba a punto de suceder. Las lluvias obligaron a retrasar la final del AAT Challenger Santander, pero ni la humedad ni el barro pudieron detener la consagración de Alex Barrena, el joven porteño de 22 años que escribió este domingo la página más feliz (y seguramente la primera de muchas) de su carrera profesional.
Con autoridad y temple, Barrena venció a su compatriota Santiago Rodríguez Taverna gracias a un 7-5 y 6-2 en la cancha central del Tucumán Lawn Tennis Club, escenario que aguantó las inclemencias del tiempo gracias al esfuerzo incansable que hicieron los cancheros. No fue sólo un partido: fue una conquista simbólica luego de muchos momentos de dudas y tropiezos que el campeón no olvida ni olvidará por bastante tiempo.
“Fue una semana soñada. Pasé por momentos muy duros, pero pude relucir mi mejor tenis y eso me pone muy contento”, confesó Barrena, aún con la copa entre las manos, como si temiera que todo lo que estaba viviendo fuera un espejismo.
Dueño de un saque que apareció en los momentos justos (cerró sus últimos tres partidos con un ace), Barrena reconoció el valor de esa arma: “El saque es muy importante. En los momentos clave me siento confiado a tirarlo y eso es algo muy bueno y positivo”, aseguró.
Sobre su rival, mientras tanto, no escatimó en elogios. “Con ‘Santi’ nos llevamos muy bien fuera de la cancha. Tiene una derecha que es impresionante. Creo que las condiciones me favorecieron. La lluvia dejó la pelota más lenta, y creo que eso me ayudó”, explicó.
El camino de Barrena hacia la consagración
El camino al título fue exigente: Nicolás Kicker, Franco Roncadelli, Mariano Kestelboim y Murkel Dellien fueron las otras víctimas del flamante campeón, en una semana en la que nada fue fácil para él. Eso sí, todo terminó como en un cuento.
Un cuento, claro, con final feliz para Barrena.