
Por Guillermo Monti, enviado especial de LA GACETA a Roma.
Entre los miles de asistentes al funeral del papa Francisco, una familia de argentinos no quiso perderse este momento histórico, pese a que ni siquiera son creyentes. Llegados desde La Plata y, ocasionalmente en Europa, saben que van a participar de una celebración que ha generado un sentimiento de congoja en la comunidad mundial. Ramiro López, Soledad Piazza y sus tres hijos que son Marina, José y Ramón reconocen que “no somos creyentes, pero esto es demasiado fuerte”.
Fue el propio Ramiro quien explicó que encontrarse en estos momentos en Roma fue una casualidad y que no estaba en sus planes visitar al Papa, pero que tener la oportunidad de participar de este acontecimiento es algo que nadie puede perderse.
“Queríamos que los chicos lo vean, que participen y que sean testigos de este momento histórico. Ellos ni siquiera están bautizados, pero creemos que es importante que asistan a todo esto y tomen conciencia de lo que estamos viviendo”, continuó su relato el padre de la familia.
“Este es un sentimiento muy grande, pensemos que se trata de un Papa argentino que hablaba en argentino, un líder mundial que está por encima de cualquier presidente y que es la historia viva del mundo contemporáneo. Queremos que nuestros hijos estén presentes y que vean, que escuchen y que lo cuenten en el futuro”.