Javier Milei
Javier Milei confirmó este jueves su participación en el funeral del papa Francisco en Roma y destacó la trascendencia histórica del pontífice argentino. “Es un evento extremadamente importante porque, le guste a quien le guste, el papa Francisco ha sido el argentino más importante de la historia”, afirmó en declaraciones a radio porteña Rivadavia.
Milei subrayó que su presencia responde tanto a su rol institucional como al reconocimiento del peso global del pontífice. “Estamos hablando de una persona de una envergadura enorme y tuvimos el privilegio de que sea argentino”, señaló. Y agregó: “Como jefe de Estado no puedo dejar de asistir a un evento de semejante característica. Espero representar a la altura de las circunstancias a los argentinos de fe católica que veían al Papa como un líder impresionante”.
En ese mismo tono, resaltó: “Los que lo pudimos conocer en persona sabemos la estatura política que tenía”, consignó Infobae.
El mandatario viajará a Roma esta noche y estará al frente de una comitiva que, según aseguró, será “la más austera y chica de la historia”. Lo acompañarán la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el canciller Gerardo Werthein; y las ministras Patricia Bullrich (Seguridad) y Sandra Pettovello (Capital Humano).
El funeral del sumo pontífice se celebrará este sábado a las 10 (hora local / alrededor de las 5 hora argentina) en el atrio de la Basílica de San Pedro. Allí se espera la presencia de líderes de todo el mundo, entre ellos Donald Trump, Giorgia Meloni y Luiz Inácio Lula da Silva, aunque desde Presidencia aclararon que no hay previstas reuniones bilaterales con ninguno de ellos.
Esta será la segunda visita oficial de Milei al Vaticano como jefe de Estado. La primera tuvo lugar en febrero de 2024, cuando mantuvo una audiencia pública con el papa Francisco. El encuentro generó amplia expectativa debido a las duras críticas que Milei había lanzado contra el pontífice antes de iniciar su carrera presidencial. Sin embargo, en aquella ocasión se vivió un clima distendido: el Papa, sentado en su silla de ruedas, rompió el protocolo para saludar efusivamente al mandatario argentino.






