18 Abril 2025
En un contexto económico signado por la escasez de recursos y la necesidad de ordenar las cuentas, Tucumán logró destacarse con una política fiscal firme: redujo su gasto público en un 21,8% durante el último trimestre de 2024 y consiguió ubicarse entre las cinco jurisdicciones con mejor desempeño fiscal a nivel nacional, según informes del IARAF y la consultora Politikón Chaco.
El ajuste implementado por la gestión del gobernador Osvaldo Jaldo se da en sintonía con un proceso de consolidación fiscal que atravesó a casi todas las provincias. En conjunto, las jurisdicciones subnacionales lograron revertir el déficit financiero registrado en 2023 y cerrar el año con un superávit consolidado del 0,1% del PBI.
Superávit con tijera
De acuerdo con el informe de Politikón Chaco, Tucumán logró un superávit primario del 7,2%, uno de los más altos del país, pese a haber sufrido -como casi todas las provincias- una caída en sus ingresos reales. La clave estuvo en el ajuste del gasto, especialmente en áreas como personal, transferencias e inversión pública.
A nivel nacional, los ingresos totales de las provincias cayeron un 12,7% en términos reales, impulsados por la fuerte reducción de transferencias corrientes desde el Estado nacional (-65,7%) y una merma en la recaudación tributaria. Tucumán no fue la excepción, pero respondió con un recorte proporcionalmente mayor en su estructura de gastos, permitiendo así mejorar su posición fiscal.
¿Ajuste inevitable o estrategia eficiente?
Con el 43% del ajuste enfocado en el gasto en personal, el 21% en transferencias y el 16% en inversión directa, el recorte tucumano fue uno de los más intensos, igualando a Mendoza y solo superado por San Luis, La Rioja y San Juan.
A pesar del esfuerzo, Jaldo enfrenta desafíos hacia adelante: sostener el equilibrio sin paralizar áreas sensibles, mantener inversión pública, y atender los reclamos de distintos sectores frente a la contención del gasto.
El modelo tucumano bajo la lupa
Desde el Gobierno provincial ven este logro como una muestra de gestión responsable en tiempos difíciles. Sin embargo, los especialistas advierten que este sendero de equilibrio fiscal deberá ser acompañado por una reforma tributaria más profunda, especialmente ante los cuestionamientos del FMI al esquema de impuestos provinciales como Ingresos Brutos, al que calificó de “distorsivo” y poco competitivo.
La mirada puesta sobre Tucumán es, hoy, doble: por un lado, elogios por su resultado fiscal, y por otro, expectativas sobre cómo sostendrá esa posición sin descuidar la reactivación económica y el empleo público.
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