12 Abril 2025
SALUD MENTAL ADOLESCENTE. El TDAH ya representa casi uno de cada diez ingresos hospitalarios por trastornos mentales en jóvenes de entre 11 y 17 años. / FREEPIK
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una preocupación que se trasladó del ámbito educativo al sistema de salud. En España, las hospitalizaciones de adolescentes diagnosticados con TDAH aumentaron de manera exponencial en la última década al multiplicarse por 17 entre los años 2010 y 2021.
Actualmente, este trastorno representa el 8,7% de todos los ingresos hospitalarios por causas de salud mental entre jóvenes de 11 a 17 años. La mayoría de estos ingresos se concentran en el grupo etario de 11 a 14 años. Además, se observa una clara prevalencia en varones, quienes representan más del 70% de los casos.
Tendencia en aumento pese a la baja general de ingresos
Mientras el total de hospitalizaciones en adolescentes en España cayó el 23% en los últimos 20 años, los ingresos por TDAH siguieron una curva ascendente. Esto indica que, aunque cada vez se hospitaliza menos a los adolescentes por otros motivos, el TDAH está emergiendo como un problema de salud mental más persistente y complejo.
Según un estudio realizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), esta evolución señala que la prevalencia global del trastorno se mantuvo estable —en torno al 5%— durante las últimas dos décadas. Sin embargo, la tasa de ingresos hospitalarios no refleja esa estabilidad, lo que lleva a pensar que existen factores externos que estarían intensificando los síntomas y dificultando su manejo doméstico o extrahospitalario.
Entre los factores que podrían estar detrás de este fenómeno se encuentran el uso excesivo de pantallas, la sobreexposición a redes sociales y los cambios en las dinámicas familiares. También se menciona que los sistemas escolares pueden no estar preparados para acompañar adecuadamente a los adolescentes con este diagnóstico, lo que muchas veces deriva en crisis que requieren internación.
En 2020, el primer año de la pandemia, se observó una leve disminución de las hospitalizaciones por TDAH, posiblemente debido al aislamiento y los cambios temporales en las rutinas. Sin embargo, en 2021 la tendencia volvió a repuntar, dejando en evidencia que las causas subyacentes no habían sido resueltas.
Además, el TDAH rara vez aparece de forma aislada. El 60% de los adolescentes hospitalizados por este trastorno también presentan cuadros de ansiedad, depresión u otros trastornos del estado de ánimo. Este dato refuerza la necesidad de abordajes integrales, tanto desde la medicina como desde el entorno educativo y familiar.
Ante esta situación, la UNIR insiste en la urgencia de implementar estrategias de prevención y acompañamiento temprano. Proponen trabajar en tres frentes: garantizar tratamientos eficaces, reducir el impacto negativo del uso de tecnología y fortalecer las habilidades de regulación emocional en adolescentes.
A largo plazo, también es clave el seguimiento de los jóvenes luego del alta médica, con sistemas de apoyo que aseguren continuidad en los tratamientos y eviten nuevas hospitalizaciones. La falta de detección precoz, unida a entornos que no brindan contención adecuada, terminan profundizando un cuadro clínico que, con los cuidados correctos, podría ser manejado sin necesidad de internaciones.
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