Aumentan los casos de sarampión en Argentina: por qué es crucial tener las dos dosis de la vacuna

Disminuye la percepción de riesgo y estamos bajando la guardia, reconoce la presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología. Campaña “Vacunados, listos, ¡ya!”.

ALERTA. Una experta dice que si no está la población vacunada hay riesgo de reintroducir el virus. ALERTA. Una experta dice que si no está la población vacunada hay riesgo de reintroducir el virus.

En los últimos días se confirmaron dos casos nuevos de sarampión y ya son seis los argentinos que sufrieron la enfermedad viral, que es altamente transmisible pero que se puede prevenir gracias a una vacuna que es obligatoria y está dentro del Calendario Nacional. Si bien hasta ahora todos los contagios se presentaron en Buenos Aires, los especialistas de todo el país piden a la comunidad que se vacune contra esta patología para evitar, así, una posible propagación del virus.

El esquema de vacunación contra el sarampión incluye dos dosis: la primera al año de vida y la segunda, en el ingreso escolar. En el país, la cobertura con la vacuna triple viral está por debajo del 95% que se requiere para lograr un nivel de protección de la población que limite la diseminación si aparece algún caso.

En diálogo con LA GACETA, Analía Rearte, presidenta de SAVE, Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), dio detalles sobre la campaña “Vacunados, listos, ¡ya!”, que tiene por objetivo concientizar sobre la importancia de mantener al día los esquemas de vacunación.

“En Argentina tenemos un calendario completo, accesible, gratuito, en todos los vacunatorios de cada rincón del país, con una población que tiene una historia de mucha confianza en las vacunas. Eso es una gran ventaja”, remarcó. No obstante, admitió que desde hace algunos años viene bajando la cobertura de inmunización. Ocurre que cuando la percepción del riesgo disminuye, muchas personas tienden a postergar o no dar prioridad a la vacunación, explicó.

El mayor impacto

“Las vacunas son una de las estrategias de salud pública que más impacto tienen. Más allá de que salvan muchas vidas, previenen las infecciones y controlan las enfermedades. Antes, cuando había muchos casos de patologías como sarampión, uno estaba atento para ir a vacunarse. Ahora, tenemos enfermedades eliminadas o controladas, y a veces lo que sucede es que esto no se pone en agenda y hoy muchos tenemos que ir a completar nuestros esquemas”, resaltó.

¿Qué factores influyen en esa baja de la percepción de riesgo que lleva a no priorizar la vacunación en algunas familias?, le consultamos. “La pandemia influyó bastante. Fueron dos años en que disminuyeron las coberturas. Por eso se trabajó y se pudo recuperar bastante. Pero igualmente seguimos con un descenso en los niveles de inmunización”, remarcó,

“En el caso del sarampión es fundamental, porque tenemos eliminada la circulación de la enfermedad en Argentina. Pero, ¿qué pasa? Hay personas que estuvieron en Europa, en Estados Unidos, en Asia, en África y la conectividad es inmediata. Ahora, en 12 horas estás en la otra parte del mundo y te podés contagiar. Entonces, si no tenemos a toda la población vacunada, cuando viene un caso de sarampión corremos serios riesgos de reintroducir el virus y que empiece a circular de vuelta. En cambio, si tenemos a la comunidad inmunizada, se bloquea al virus”, explicó.

Rearte recordó que la vacunación no es sólo un acto obligatorio, es también algo solidario: “nos vacunamos, por supuesto, para protegernos a nosotros, a nuestros hijos, a nuestros padres, abuelos y hermanos. Pero en realidad, estamos contribuyendo a que tengamos a la población cuidada, a que chicos que tienen factores de riesgo no se enfermen y desarrollen un sarampión grave”, ejemplificó.

Bajando la guardia

“La situación hoy es que estamos bajando la guardia. Tenemos que volver a poner en agenda la vacunación, y recordar que ya hace muchos años no es sólo para los chicos. Hoy el calendario es para todos los grupos de edad: para embarazadas, adultos mayores y personas con factores de riesgo”, enumeró.

Según especificó, en el caso de las vacunas contra el sarampión generalmente sí se inmuniza a los niños al año de vida. El problema viene con la segunda dosis (entre los cinco y seis años): estamos muy por debajo de lo óptimo. “Depende de las provincias, pero es por debajo incluso del 70% o el 60%. Y es importante recordar que todas aquellas personas que sean más grandes de seis años y que no tengan su dosis de vacuna triple viral se la pueden dar en cualquier momento de la vida. Van al vacunatorio y se aplica la vacuna. Todos tenemos que tener dos dosis de vacuna triple viral”, concluyó.

Calendario de vacunas

Otras urgencias: tétanos, rubiola y neumonía

Analía Rearte, presidenta de SAVE, habló de otra enfermedad que también hoy representa un riesgo en el país por los niveles bajos de vacunación: la rubiola. “Es una enfermedad que si la sufre o se contagia una mujer embarazada, ese bebé tiene serios riesgos de malformaciones muy complejas y severas, que se llama síndrome de rubiola congénita y que también tenemos eliminado. Entonces, también necesitamos altas coberturas de inmunización en estos casos”. Luego, habló de la vacuna contra la neumonía para los mayores de 65 años, quienes tienen mucho más riesgo de tener neumonía grave e incluso fallecer. “Necesitamos vacunar más a nuestros adultos”, recalcó. También dio detalles acerca de la baja cobertura de la vacuna antitetánica, la cual hay que ponerse cada 10 años. “Hoy en Argentina, tenemos casos de tétanos. A pesar de que tenemos una vacuna gratuita, a veces no nos acordamos y no nos inmunizamos”, resaltó.

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