04 Enero 2025 Seguir en 
La sarcopenia es una enfermedad que puede disminuir la calidad de vida de quienes la padecen. Consiste en la pérdida de la masa muscular esquelética que contribuye a un mayor riesgo de discapacidad física, fragilidad, pérdida de la independencia, pobre calidad de vida, incremento de los costos para el cuidado de la salud y aumento de la tasa de mortalidad de las personas envejecidas, según indican especialistas del Hospital Italiano.
Se trata de una pérdida progresiva y gradual de la masa, la función y la fuerza del músculo esquelético que se presenta durante el proceso del envejecimiento.
La sarcopenia debe ser diagnosticada por un especialista y es común entre las personas mayores y los pacientes oncológicos o con inmunodeficiencia. La determinación de masa muscular esquelética puede verse mediante resonancia magnética o absorciometría dual de energía de rayos X.
El European Working Group on Sarcopenia in Older People, propone considerar los siguientes criterios de evaluación para hacer diagnóstico de sarcopenia:
1) Masa muscular disminuida
2) Fuerza muscular disminuida
3) Capacidad física disminuida.
Cómo prevenir la sarcopenia
Cómo prevenir la sarcopenia
El Hospital Italiano, en su estudio sobre la sarcopenia, sugiere algunas formas de prevenir y tratar la afección.
Proteínas. Se recomienda una ingesta diaria de al menos 0.8 gramos diarios de proteínas, repartidas en partes iguales a lo largo del día, puesto que se evidenció la relación entre esto y la mejor utilización del músculo de los aminoácidos de la ingesta en relación con la actividad física.
Vitamina D. Se recomienda, a su vez, el aporte de al menos 800 UI/d de vitamina D3 , lo que ha demostrado también aumentar el rendimiento celular en la síntesis proteica, además de las evidencias ya conocidas de aumentar la potencia muscular y la disminución que esto conlleva de caídas en los ancianos.
Ejercitación. Se sugieren programas de ejercicios que operen la resistencia. Se debe empezar con cargas al 40% de la máxima tolerada para cada grupo muscular. La frecuencia recomendada es de dos veces por semana y una de ejercicios aeróbicos para aumentar la extracción periférica de oxígeno. Entre serie y serie debe haber un descanso de dos minutos. La actividad física debe realizarse dos horas antes o después del consumo de proteínas.
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