La cantidad de tiempo que debemos caminar para disminuir los antojos de dulce, según Harvard

La cantidad de tiempo que debemos caminar para disminuir los antojos de dulce, según Harvard

La prestigiosa universidad destacó que esta actividad puede reducir las ocasiones en las que deseamos comer dulce.

Caminar puede reducir los antojos de dulce. Caminar puede reducir los antojos de dulce.
14 Septiembre 2024

En algunos momentos pareciera que necesitamos comer algo dulce, una especie de requerimiento fisiológico que va más allá de los deseos emocionales. Estos pedidos muchas veces pueden concluir en indigestiones repetidas a la vez que si deseamos cuidar nuestra alimentación, estas rutinas pueden derivar en incumplimientos constantes de estos propósitos. Sin embargo, existe una manera muy sencilla de reducirlos y esto es a través de una caminata.

Caminar ha demostrado ser una actividad física sumamente beneficiosa para nuestra salud. Se trata de uno de los ejercicios más adecuados para comenzar a realizar actividad física, ya que es sencillo de ejecutar a la vez que supone amplias ventajas para nuestro cuerpo entre las que se encuentran la mejora de la salud del corazón y la reducción de los niveles de glucosa en sangre, además de un largo etcétera.

Entre las ventajas de esta actividad se encuentran la reducción de los antojos de dulce. Estas ganas repentinas de comer este tipo de golosinas se debe a su composición de hidratos de carbono simple, como la conocida azúcar que supone una alta palatabilidad. Esta última propiedad provoca que nuestro cerebro libere dopamina, la famosa hormona de la felicidad. Este ciclo genera que los deseos de dulce se vuelvan cada vez más frecuentes.

¿Por qué tenemos antojo de dulce? ¿Por qué tenemos antojo de dulce?

¿Cuánto tiempo debemos caminar para reducir los antojos de dulce?

Un estudio realizado por la prestigiosa Universidad de Harvard ha revelado que una sencilla actividad como la caminata puede reducir estos deseos. El análisis destacó que caminar durante 15 minutos al día puede disminuir significativamente el deseo de consumir alimentos con altos contenidos de azúcar. A la vez se demostró que este tipo de ejercicio era capaz de mejorar la recepción de la insulina en el cuerpo, reduciendo así los niveles de glucosa en la sangre lo que resulta también en un menor antojo de cosas dulces.

Las razones de este descubrimiento pueden encontrarse en que esta actividad física estimula la producción de endorfinas, las hormonas que generan sensaciones de felicidad, reduciendo el estrés y mejorando el ánimo. Por consiguiente, la reducción del estrés puede traducirse en una menor necesidad de recurrir a los dulces como una forma de mitigar la tensión.

Para llevar a cabo esta investigación, los científicos de Harvard estudiaron a un grupo de 12 mil personas, observando cómo las caminatas regulares a paso ligero influían en 32 genes asociados con la obesidad. Los resultados mostraron que esos genes reducían su efecto a la mitad en aquellos que caminaban aproximadamente una hora diaria.

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