“Alperovich tenía excesos de actitudes machistas”

“Alperovich tenía excesos de actitudes machistas”

Declaró Navarro, que trabajó como asesor durante la campaña para la gobernación de 2019, y dijo que el ex mandatario ejercía “asimetrías de poder”. Las audiencias se reanudan el 8 de abril.

SÉPTIMA JORNADA. En el juzgado de Ramos Padilla desfilaron ex asesores en el proceso contra Alperovich. SÉPTIMA JORNADA. En el juzgado de Ramos Padilla desfilaron ex asesores en el proceso contra Alperovich. La Gaceta / foto de Juan Manuel Montero

La séptima jornada del juicio que se sigue contra el ex gobernador José Alperovich le sirvió al menos a la acusación para dar un marco con respecto a cómo era la relación que tenía el ex gobernador para con sus subalternos, y sobre todo para conocer el entorno que rodeaba a la campaña política desarrollada en 2018, de la cual participó la mujer que lo denunció por abusos y violencia sexual.

La primera en declarar fue Lucía Temkin, sobrina directa de Beatriz Rojkés, la esposa de Alperovich, y quien también participó en la campaña, además de haber sido asesora del ex gobernador en el Senado. Ella aseguró que jamás había visto situaciones fuera de lo normal ni mucho menos abusos, y que su tío tenía el mismo trato tanto para hombres como para mujeres. “Yo tenía buena relación con ella (con la denunciante) y con mi prima Sarita (una de las hijas de Alperovich), entre las tres trabajábamos y hacíamos todo lo de la campaña”, recordó. Temkin aseguró que la joven que llevó a juicio a Alperovich mantenía una relación sentimental con David Mizrahi, ex concejal, “quien le recriminaba todo el tiempo el tiempo que pasaba con José”, Luego aseguró que le había sorprendido la renuncia de la denunciante. “Yo la veía bien. No había notado ningún cambio físico ni psíquico en ella”, agregó. Y cerró: “José era muy buena onda con todos. Yo no ví ninguna situación de abuso”.

Quien contradijo ese testimonio fue otro ex asesor, Enzo Navarro, quien llegó desde Buenos Aires dos meses antes de las elecciones de 2019 para trabajar en la campaña. “El abuso de poder de parte de Alperovich lo vivimos todos. Hacía claras diferencias entre él como jefe y el resto”, advirtió. Aseguró que “Alperovich tenía modos que no eran los más contemplativos” y afirmó que hacía chistes de índole sexual “que estaban fuera de época”. Incluso recordó un episodio en el que Alperovich se cambió de ropa y quedó en calzoncillos dentro del auto con la denunciante al lado. “Había una relación de poder muy alta de él hacia ella”, aseguró. Y no dudó en afirmar que “había exceso de actitudes machistas de parte de él hacia ella y hacia otras mujeres”. “Claramente en el trato cotidiano había asimetrías de poder”, relató. El testigo dijo que había leído la carta en la que la denunciante relató todo lo que dijo haber sufrido de parte del ex gobernador y afirmó que había una parte que le creía (la del abuso de poder) y otra sobre la que no tenía pruebas (la de los abusos sexuales), pero admitió que sintió culpa por no haber hecho algo para evitarlos.

Luego fue el turno de dos hombres que fueron como candidatos en las elecciones en las que el ex senador finalizó cuarto en realidad. El primero fue Gastón García Biagosh, quien se candidateaba como comisionado comunal de Cebil Redondo. El hombre no logró ese puesto en 2019, pero sí en 2023 por el oficialismo. “En la casa de José siempre había muchas personas. Era una persona educada y agradable para con todos, varones y mujeres”, dijo al fiscal Sandro Abralde. Aseguró que nunca había advertido nada raro. “Me sorprendió mucho el tenor de la denuncia”, recordó. Declaró también Gastón Robles, quien en ese elección fue candidato a intendente de Monteros y a legislador. “José era un tipo amable, pero todos sabíamos que él era el jefe. Tenía el mismo trato para mujeres y para varones”, dijo. Y admitió que aunque en algunos momentos su jefe hacía “chistes fuertes o sexualizados” siempre se los avalaba. “Él imponía respeto”, dijo. Cuando la representante de la querella Carolina Cymerman le preguntó que pensó cuando la denunciante renunció, recordó que “suponía que estaba abrumada por el trajín de la campaña y por eso se había ido”. Sin embargo, afirmó que cuando la joven le comentó, meses después, lo que había sucedido y que estaba por hacer una denuncia, él le creyó.

Luego fue el turno de una joven que también trabajó durante la campaña, pero renunció antes de las elecciones. Ella fue particularmente crítica con el entorno del ex gobernador. “Había 200 tipos y éramos tres mujeres y lo único que querían era tirársenos encima. Era un ambiente excesivamente machista”, dijo.

Otro ex empleado, contratado para la campaña, aseguró que Alperovich “tenía un humor muy desubicado y nadie lo ponía en tela de juicio”. El hombre relató que la joven le había contado que había sufrido abusos sexuales por parte del ex gobernador, y que él le había creído y la había apoyado para que hiciera la denuncia. Las audiencias continuarán el próximo 8 de abril.

Una curiosidad: los sueldos que salían del Estado

Una de las cosas que mas le llamó la atención al juez Juan María Ramos Padilla, titular del Tribunal Oral Criminal n° 29 fue que la mayoría de quienes trabajaban para la campaña del ex gobernador José Alperovich eran empleados públicos que usaban su tiempo para acompañar al candidato, o que a los otros les pagaban nombrándolos como asesores de algún político. Es decir que Alperovich no les pagaba un sueldo de su propio bolsillo, sino que siempre el dinero salía del Estado. “A mí me pagaron mi trabajo con un cargo público”, admitió una de las testigos.

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