07 Marzo 2024
San Antonio de Padua es uno de los santos más populares de la religión católica Milenio
San Antonio de Padua es uno de los santos de la Iglesia Católica con más devotos alrededor del mundo. En este sentido, su gran popularidad se debe a las múltiples gracias y milagros que se obtienen por medio de su intercesión.
Es que durante su vida, a San Antonio se le atribuyeron múltiples milagros y sanaciones, que siguieron sucediendo después de su muerte, destaca el sitio Religión Confidencial. Tanto así, que fue canonizado a 11 meses de su partida al reino de los cielos y por eso se lo conoce como el "Santo de los Milagros".
Qué se le pide a San Antonio de Padua
A San Antonio se le piden muchas cosas, pero la más conocida es poder encontrar algún objeto que hayamos perdido. Es por eso que se lo conoce como el Santo Patrono de las cosas perdidas.
De acuerdo a Religión Confidencial, tras haber encontrado unos manuscritos perdidos en una cueva, San Antonio se convirtió en el santo a quien le confiamos todo lo perdido: un objeto, una persona, nuestra esperanza, nuestra paz.
Además, es el patrono de los enamorados. Él recibe todas las penas y los anhelos del corazón y puede interceder ante Dios para ayudarnos a encontrar nuestra alma gemela, reavivar un amor perdido o fortalecer nuestra relación amorosa.
Qué día del mes hay que prenderle velas a San Antonio
La celebración de San Antonio es el 13 de junio. Sin embargo, no es necesario esperar hasta ese día sino que el 13 de cada mes podemos prenderle una vela marrón, pedirle o agradecerle lo que nos concedió.
En particular, en el caso de que debamos agradecerle algo, ese día podemos iniciar una trecena, es decir, rezarle durante 13 días seguidos.
Cuál es la oración a San Antonio para encontrar algo perdido
“Glorioso San Antonio, tú has ejercido el divino poder de encontrar lo que estaba perdido. Ayúdame a volver a encontrar la Gracia de Dios y hazme encontrar lo que estaba perdido, para mostrarme la presencia de tu bondad”.
Quién fue San Antonio de Padua
El nombre real de San Antonio era Fernando Martins. Hijo del caballero Martín de Alfonso, descendiente de nobles franceses, y de María Taveira, nació en Lisboa el 15 de agosto de 1195.
A los 15 años ingresó en el monasterio de canónigos regulares de San Agustín, en San Vicente de Fora. Pero su familia no aceptó su vocación e intentó que la abandonara.
Fernando renunció a la herencia familiar e insistió en una educación religiosa. Primero en el monasterio de Santa Cruz de Coimbra, y luego en la comunidad franciscana del eremitorio de Olivais.
En el verano de 1220, fray Juan Parenti, provincial de España, presidió la ceremonia durante la cual recibió los hábitos y cambió su nombre por el de Antonio, porque el eremitorio estaba dedicado a San Antonio Abad.
Después de una breve permanencia en Marruecos, se embarcó hacia la Península Ibérica, pero una tormenta desvió el barco hasta Sicilia.
Luego de conocer a Francisco de Asís en 1221, y enlazar una gran relación con el mítico Santo, decidió quedarse en la Península Itálica
Antonio fundó una escuela en Padua, comenzó a escribir una serie de sermones y logró un aumento de las misiones y conventos de la Orden.
En 1231, murió a los 36 años. Al año de su fallecimiento fue canonizado por Gregorio IX. En 1946 fue proclamado Doctor de la Iglesia.
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