Entre promesas y acusaciones, los menores siguen esperando mayor seguridad en las redes sociales

Entre promesas y acusaciones, los menores siguen esperando mayor seguridad en las redes sociales

Entre promesas y acusaciones, los menores siguen esperando mayor seguridad en las redes sociales

“Tienen las manos manchadas de sangre; hacen un producto que mata gente”. Con esta afirmación, el senador republicano Lindsey Graham arremetió contra las principales redes sociales que dominan el mercado, acusándolas de no hacer lo suficiente para prevenir los casos de explotación de menores en internet. El escenario de este enfrentamiento fue la Cámara Alta del Congreso de Estados Unidos, que convocó la semana pasada a los principales líderes de las compañías populares entre los menores en todo el mundo.

Entre los directivos citados se encontraban Mark Zuckerberg, CEO de Meta; Linda Yaccarino, de X (anteriormente Twitter); Shou Zi Chew, de TikTok; Jason Citron, de Discord, y Evan Spiegel, de Snap. Ninguno de ellos recibió una exposición amable frente a los senadores, quienes les solicitaron explicaciones detalladas sobre los casos de acoso y vulneración de niños y niñas. Además, detrás de los directivos estaban los padres de las víctimas, quienes escucharon los argumentos de las compañías.

Aunque todas las empresas fueron objeto de críticas, Meta y TikTok estuvieron entre las más afectadas. Zuckerberg tuvo que disculparse ante los padres presentes y comprometerse a redoblar esfuerzos para mejorar las medidas de protección a menores: “Lamento todo lo que ustedes han pasado. Nadie debería sufrir las cosas que sus familias han padecido”, declaró el creador de Facebook. Por su parte, Chew se presentó por segunda vez en un año ante el Congreso para defender a TikTok y recibir críticas adicionales por el daño mental que se atribuye a su aplicación en la salud de los adolescentes.

Más allá de los reclamos dirigidos a las plataformas, el escenario montado en el Senado estadounidense reveló que aún queda mucho trabajo por hacer en términos tecnológicos y legales para proteger a los usuarios más vulnerables que se exponen a los algoritmos. A pesar de las medidas de seguridad promovidas por cada empresa, los casos de abuso, extorsión y exhibición de menores persisten y continúan cobrando víctimas. Según los últimos datos de las Naciones Unidas, más de un tercio de los jóvenes en 30 países reportaron haber sufrido acoso cibernético, y uno de cada cinco faltó a la escuela a causa de ello. La organización alertó sobre la amenaza de explotación y abuso sexual en línea, calificándola como lo más alarmante. Su último informe sobre “La seguridad de la infancia y la juventud en la red” advirtió que nunca ha sido tan fácil para los agresores sexuales de niñas y niños ponerse en contacto con posibles víctimas, compartir imágenes y alentar a otros a cometer delitos. Alrededor del 80% de niñas y niños de 25 países expresaron sentirse en peligro de abuso o explotación sexual en línea.

La ONU también advierte no sólo sobre las vulnerabilidades que pueden enfrentar los menores de edad en las plataformas, sino también sobre las prácticas de estas plataformas que en algunas situaciones violan la privacidad de sus usuarios para recopilar datos con fines comerciales. En relación con estas prácticas, el Congreso estadounidense está considerando diversos proyectos de ley para aumentar la protección de los menores en las redes sociales, aunque hasta el momento ninguno ha avanzado considerablemente, al menos en Estados Unidos.

Las medidas de protección parecen estar actualmente en manos de los padres y la comunidad en general que interactúa con los menores. Algunas organizaciones especializadas, como Grooming Argentina en nuestro país, están trabajando intensamente para alertar sobre los peligros no solo en las redes sociales, sino también en videojuegos, donde los jóvenes pasan varias horas conversando con personas desconocidas. Estos entornos funcionan hoy como las antiguas salas de chat, pero están inmersos en entornos lúdicos, expuestos y sin control alguno sobre las conversaciones que allí tienen lugar.

En estos casos, las soluciones técnicas quedan limitadas. Existen los denominados controles parentales que pueden activarse en dispositivos como celulares, tablets o computadoras para filtrar los contenidos a los que los menores pueden acceder mediante filtros preestablecidos. Aunque las empresas confían en estas soluciones como una forma de bloquear exposiciones indebidas de sus usuarios más jóvenes, su eficacia está supeditada al accionar de los adultos que puedan configurarlas. Sin embargo, estas soluciones no pueden filtrar chats de videojuegos. El debate sobre la privacidad de los menores y su seguridad vuelve a encenderse ante la urgencia de su vulnerabilidad, pero por ahora solo contamos con promesas en las que tendremos que confiar.

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