Gobierno nacional: el camino sigue siendo el consenso político y social

Gobierno nacional: el camino sigue siendo el consenso político y social

Según un diagnóstico de Zuban, Córdoba y Asociados, Milei repite los mismos escenarios que sus antecesores Alberto Fernández y Mauricio Macri.

Gobierno nacional: el camino sigue siendo el consenso político y social

Tanto durante el gobierno de Alberto Fernández como con el de Mauricio Macri hubo una constante respecto de la formulación del mapa político e institucional de la Argentina: la existencia de “consensos precarios”.

Esto es, procesos de aceptación social sobre las gestiones en general o sobre medidas en particular que suelen ser efímeros y acotados en el tiempo. Sin embargo, los gobiernos actúan siempre como si esos consensos fuesen eternos o permanentes y abusan de ellos hasta desgastarlos, generando procesos agravados de colapsos de la confianza o credibilidad pública, que terminan luego afectando seriamente el resto de sus mandatos, indica un diagnóstico realizado por los analistas Paola Zuban y Gustavo Córdoba.

En el Gobierno anterior, en tan solo meses pasaron de imagen positiva en torno al 80% y el comienzo de sus periodos de negatividad, marcados por hechos puntuales como la foto de la fiesta de Olivos y el intento de intervención en Vicentin. Nunca se recuperó, indicaron.

Según los consultores, la existencia de consensos precarios son ya la regla y no la excepción en el sistema de gobernabilidad en la Argentina. “Los gobiernos asumen y consumen rápidamente el capital político inicial. Iniciando luego etapas de auténtica agonía política, donde todo se hace más difícil y cuesta arriba”, analizan.

Con todo, el proceso político durante el primer mes y medio de gobierno de Javier Milei ha sido extremadamente vertiginoso, incluso desde la óptica de los consensos precarios.

Gobierno nacional: el camino sigue siendo el consenso político y social

“La imagen personal de Javier Milei y la de su gobierno han sufrido una caída desde su asunción hasta fines de diciembre con el impacto de las primeras medidas económicas. Sin embargo, entre diciembre y enero no han mostrado grandes variaciones, sosteniendo un 44,3% (la imagen de Milei) y 45,7% (la aprobación del gobierno nacional) de positividad”, dice un estudio efectuado por Zuban, Córdoba y Asociados.

Estos datos cobran sentido a pesar de la pérdida de poder adquisitivo entre en este mes y medio de mandato, al considerar que casi la mitad de argentinos (45,9%) cree que la mala situación económica que se atraviesa hoy es responsabilidad del gobierno de Alberto Fernández.

Valoración del paro

Por otro lado, lo que podríamos catalogar como “frame opositor” parece haber crecido a un ritmo moderado pero saludable, consideran los consultores. “Que el paro nacional de la CGT cuente en nuestro estudio con un margen de diferencial positivo es una señal en ese sentido, sobre todo tomando en cuenta que los gremios eran de los actores públicos con peor valoración hasta hace meses”, indica Zuban.

Sin embargo, enfrentado a una oposición que aún carece de un liderazgo claro capaz de capitalizar los errores del Gobierno, las propuestas y dichos de Milei parecen gozar de un piso de 30% a 35% de aprobación -el famoso tercio “núcleo duro”- con un techo aproximado del 45%, dependiendo de los distintos temas, completa por su parte Córdoba.

Ese estudio fue realizado en medio del proceso de confrontación entre el gobierno nacional y las provincias, por lo que probablemente no hayamos llegado a detectar gran parte de las consecuencias de esa confrontación en la opinión pública. Pero las señales son preocupantes: un 58% está en desacuerdo con la idea de que el ajuste lo paguen las provincias.

“La confrontación con las provincias sea probablemente, uno de los errores políticos más costosos para el gobierno de Milei. La inmensa mayoría de los gobernadores cuentan con grandes márgenes de imagen positiva en sus territorios”, advierten en el diagnóstico al que accedió LA GACETA.

La legitimidad que tienen los gobiernos provinciales suele superar en creces a la legitimidad de las gestiones nacionales. Pensar que es buena idea confrontar con esas figuras, poniéndolas en la misma categoría de “casta” que sirvió para confrontar con figuras nacionales mucho más desgastadas, es una maniobra peligrosa que puede poner al gobierno en una situación de debilidad inédita y les da a los gobernadores un halo de guerreros en defensa de sus provincias. “Regalar capital político a los gobernadores no parece ser buena estrategia”, puntualiza.

Con todo, respecto de la denominada “Ley Ómnibus”, solo un 34% de las personas que respondieron la encuesta de Zuban, Córdoba y Asociados está de acuerdo con la idea de aprobar sin más trámite el contenido de la ley enviada por el gobierno de Milei al Congreso. Pero si se suma el 17,5% de quienes afirman que diputados y senadores deberían ponerle límites a Milei con el 46,7% de quienes piden rechazar la ley, se llega a que más de un 64% de personas que hoy tienen un perfil opuesto a la aprobación de esa ley.

“Todo un panorama político que debe leerse en su verdadera magnitud. ¿Tiene Milei su tercio núcleo duro intacto? Lo tiene. ¿Tiene una oposición fragmentada y con mucha responsabilidad de la crisis económica? También tiene eso”, sintetiza el estudio en una de sus conclusiones.

Pero también tiene una sociedad con derechos adquiridos sobre el papel del Estado en salud, educación, cultura, ambiente, Derechos Humanos, etc. No obstante, es una sociedad fragmentada, dividida.

“Sigue tensionada por la polarización político/ideológica en la que las posiciones frente a uno u otro tema son extremas. Así las cosas, una de cal y una de arena para un gobierno que quizás deba ver sus propias limitaciones al momento de analizar y construir estrategias. Y seguimos insistiendo: el camino es el consenso político y social”, finaliza la consultora.

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