La niñera no estaba preparada para cuidar personas vulnerables, según los profesionales

La niñera no estaba preparada para cuidar personas vulnerables, según los profesionales

Los informes revelaron algunas cuestiones sobre la personalidad de la mujer y aclararon que no es inimputable.

PROCESO. El MPF sigue encontrando pruebas en contra de la niñera. PROCESO. El MPF sigue encontrando pruebas en contra de la niñera.

Una de las profesionales en salud mental que atendió a Graciela Margarita Parientes sostuvo que no estaba capacitada para el cuidado de personas vulnerables. La mujer, que fue acusada del delito de abandono de persona agravado por fallecimiento, se dedicaba exclusivamente al cuidado de niños y ancianos.

En la investigación surgieron algunos datos de la imputada, que puede recibir una pena de cinco a 10 de prisión si es encontrada culpable en un juicio. Según consta en el expediente, fue abandonada por su madre cuando tenía cinco años y ella, junto a sus cuatro hermanos, quedó al cuidado de su padre.

Parientes fue adoptada por una mujer y sus hermanos terminaron siendo ubicados en un hogar estatal. “En el hogar donde vivió comenzó a cuidar a los nietos de su madre R., como una forma de devolución por encontrarse viviendo allí. Refiere que a partir de estar ahí aprendió el rol de cuidar y hacer las cosas de la casa”, se puede leer en uno de los tantos informes.

En otra parte del expediente los especialistas informaron cómo había sido su crianza. “Con respecto al resto de su niñez y su adolescencia, se crió en un contexto estricto donde su madre no le permitía salidas, novios y era muy rigurosa con su educación. Hasta que luego de algunas transgresiones con respecto a la escolaridad, le permitió no darle continuidad a sus estudios. Pero mantuvo firmeza con respecto a las salidas y la posibilidad de tener una pareja”, sintetizó.

Pericias

La auxiliar Andrea Carlino, por pedido de la fiscala María del Carmen Reuter (que estuvo al frente de la investigación del caso hasta el fallecimiento del bebé), dispuso que se hicieran pericias para determinar su estado mental. El psiquiatra Rodolfo Lobo señaló que la mujer en el momento de ser analizada se encontraba lúcida, coherente, orientada en tiempo y espacio, con conciencia de situación, sin problemas sensoperceptivos, buena memoria, con pensamiento de curso y contenido conservado. “No presenta signos ni síntomas de enfermedades mentales”, sostuvo el profesional.

La psicóloga María Soledad Di Bello también fue categórica en su diagnóstico. “Es importante ,,destacar que no se encuentran indicadores que den cuenta de una intención de daño por parte de Parientes”, opinó la especialista del MPF. “Sí se evalúa una marcada tendencia a terminar priorizándolos como respuesta directa a condicionantes afectivos por lo que se considera que no es competente para desempeñar funciones asociadas al cuidado y protección de poblaciones vulnerables”, añadió en el examen.

“Ciertos hábitos tomaron un matiz de rigidez y perseverancia que permitieron cierta funcionalidad en su vida, alejando la posibilidad de la irrupción de la angustia. Muchos de esos hábitos dan cuenta de un control endeble, principalmente en el área que tiene que ver con la pulcritud corporal, que terminan siendo condicionantes a la hora de desenvolverse en las diferentes áreas de su vida”, destacó Di Bello.

La profesional agregó: “todas estas conductas rigidizadas, en torno a la pulcritud-suciedad, van en detrimento de la posibilidad de resolver situaciones desde un análisis y anticipación, pudiendo tender a reacciones reactivas donde responde en función de determinantes propios, surgiendo desajustes en torno a una previsión y examen cuidadoso de la situación en la que se encuentra inmersa”.

Negación

Parientes había informado que ella vivía en la casa paterna de su pareja y ese fue el lugar que había elegido para que, en caso de que se le otorgara el arresto domiciliario, lo cumpliera allí. Sin embargo, la supuesta suegra no sólo descartó esa posibilidad, sino que agregó que ella no quería saber nada con la acusada.

La mujer, cuyo nombre se mantiene en reserva, dijo que la imputada por la muerte del bebé había mantenido una relación sentimental con su hijo. Ese joven, hace unos 10 años, tuvo un accidente y quedó en estado vegetativo. Informó que conoció a Parientes en el hospital en el que permaneció internado durante cinco años. “Me ayudaba a cuidarlo en el centro asistencial y cuando fue trasladado a mi casa”, detalló.

La testigo declaró después que Parientes comenzó a salir con su hijo, pero que no era una relación estable y, mucho menos, que estaba conviviendo en ese domicilio. Ante la posibilidad de que cumpliera el arresto domiciliario allí, la mujer fue contundente: “no quiero saber nada con ella”.

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