Benedicto XVI calmó los ánimos de los musulmanes

En medio de un enorme dispositivo de seguridad, el Pontífice habló de diálogo entre culturas y dijo que el islam es una religión de paz. Gestos conciliadores después de tres meses de tensión.

ENCUENTRO. El Papa saluda al primer ministro turco a su arribo a Ankara. Erdogan había dicho que no podría ver al Pontífice, pero luego cambió de planes. REUTER ENCUENTRO. El Papa saluda al primer ministro turco a su arribo a Ankara. Erdogan había dicho que no podría ver al Pontífice, pero luego cambió de planes. REUTER
29 Noviembre 2006
ANKARA.- La visita de Benedicto XVI a Turquía comenzó en un ambiente conciliador, que propició llamamientos al diálogo interreligioso por parte del Papa y de las autoridades turcas.
El sol acompañó al Papa en el primer día de su viaje. En medio de un impresionante dispositivo de seguridad, el Pontífice habló de su propósito de alcanzar "un compromiso para la comprensión y el diálogo entre las culturas", respaldó la campaña de Turquía de ingresar en la Unión Europea y, ante el primer ministro Tayyip Erdogan, dijo que el islam era una religión de paz.
Erdogan recibió al líder de la Iglesia Católica sobre una alfombra roja en las escalinatas del avión a su llegada a Ankara, lo cual fue a la vez una ruptura del protocolo y una muestra de calidez por parte del líder musulmán, que inicialmente dijo que estaba demasiado ocupado para reunirse con el Pontífice.
Benedicto XVI, quien antes de ser elegido Papa en 2005 se opuso a las ambiciones de Turquía de incorporarse a la UE, emitió sus comentarios durante la breve conversación que sostuvieron, dijo Erdogan antes de partir hacia una cumbre de la OTAN en Riga.
Esta reciprocidad en los discursos, casi impensable hace unos días, mitigó la tensión acumulada durante casi tres meses a raíz del discurso del Papa en Ratisbona, y le facilita considerablemente una visita que se anunciaba difícil.

El mejor camino
Diálogo, tolerancia, paz y respeto fueron algunos de los términos utilizados por el Sumo Pontífice y por los representantes con los que se reunió en el primero de sus cuatro días de estancia en tierras musulmanas.
"El mejor camino hacia adelante es la vía de un diálogo auténtico entre los cristianos y los musulmanes, basado en la verdad (....), respetando las diferencias y reconociendo lo que tenemos en común", afirmó el Papa tras reunirse con el mufti Ali Bardakoglu, director de Asuntos Religiosos.
"Las religiones están hechas para la paz y la reconciliación y no deben ser interpretadas de otra manera", comentó por su parte Benedicto XVI, durante una conversación ante las cámaras de televisión que mantuvo con Bardakoglu.
Turquía es uno de los máximos defensores de esta Alianza de Civilizaciones, impulsada en 2004 por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para acercar las instituciones y la sociedad civil con vistas a superar prejuicios.
Bardakoglu, uno de los más férreos críticos con el discurso de Ratisbona, que relacionaba implícitamente islam y violencia, optó por un discurso conciliador, aunque franco.
"Nosotros también favorecemos el diálogo entre las religiones (...) pero debe asentarse sobre bases sólidas", dijo, aunque añadió que percibe un aumento de la "islamofobia" que presenta al islam como una religión instigadora de la violencia.
Aparte de las reuniones políticas, que incluyeron una reunión con el presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, el Papa acudió al mausoleo de Mustafá Kemal Ataturk, quien proclamó la República en 1923. Allí, precedido por una guardia de honor, hizo una ofrenda floral, guardó silencio unos minutos con las manos enlazadas y se inclinó ligeramente ante el lugar que alberga los restos mortales del "padre de los turcos".
La gira papal por Turquía, le llevará mañana a Efeso (al oeste del país) y Estambul, la antigua Constantinopla, donde visitará el jueves el Museo de Santa Sofía, una ex basílica bizantina, y la Mezquita Azul. El viernes concelebrará una misa en la Catedral del Espíritu Santo, uno de sus escasos actos litúrgicos en un país donde el 99% de la población es musulmana y los católicos no representan más que 0,04%. (AFP-NA y Reuter)