ANKARA.- Benedicto XVI, en el segundo día de una visita con la que pretende mejorar las relaciones con el islamismo y con Turquía, rindió homenaje hoy a uno de los lugares más venerados de la cristiandad antes de dirigirse hacia Estambul, ciudad donde se cruzan Europa y Asia.
El martes, durante el primer día de su delicado viaje a un país mayoritariamente musulmán pero oficialmente laico, Benedicto XVI había empezado a trabajar para tratar de cerrar las heridas aún abiertas a partir de sus posiciones sobre el Islam y el futuro papel de Turquía en Europa.
“Empezó de forma maravillosa: el Papa dijo al mundo desde Ankara que el Islam era una religión de paz", escribió Hurriyet, el principal diario turco.
Las declaraciones de Benedicto XVI hasta ahora parecen contribuir en gran medida a contrarrestar un discurso leído en Alemania en septiembre, cuando citó a un emperador bizantino que dijo que el islam era violento e irracional. Sus comentarios indignaron a musulmanes de todo el mundo.
El temor a grandes protestas demostró ser infundado, pues sólo se registraron dos pequeñas y pacíficas manifestaciones en Ankara. Unos 3.000 policías salieron a las calles para mantener el orden, con francotiradores en los tejados de edificios y vehículos blindados aparcados en las principales avenidas.
Tampoco hubo simpatizantes en las principales calles de la capital, un indicio de la falta de interés en la visita de Benedicto XVI en un país donde muchos siguen viendo al Papa con desconfianza.
El máximo líder musulmán de Turquía, Ali Bardakoglu, habló en contra de la creciente islamofobia y la idea de que el Islam incitaba a la violencia.
El diario Sabah dijo que su discurso fue como una lección al Papa, que había sido acusado de no comprender al Islam.
En un discurso pronunciado en el mismo acto, Benedicto XVI dijo que cristianos y musulmanes deben continuar un diálogo abierto porque creen en el mismo Dios y están de acuerdo en el significado y el sentido de la vida.
Benedicto XVI también pareció dar marcha atrás con respecto a su oposición previa a la aspiración de Ankara de entrar en la Unión Europea.
Visita a la casa de María
Hoy, el Papa voló hacia el oeste hasta la ciudad de Efeso, sobre el Egeo, donde la leyenda dice que la madre de Jesús vivió los últimos años de su vida.
La Casa de María fue descubierta a finales del siglo XIX por arqueólogos que basaron sus investigaciones en escritos de la mística alemana Ana Catalina Emmerich.
El Sumo Pontífice ofició misa en el pequeño santuario, visitado cada año por decenas de miles de cristianos y musulmanes.
Luego se dirigió a Estambul, nombre actual de la ciudad conocida en el pasado como Constantinopla y que fue la capital del Imperio Bizantino durante más de 1.000 años hasta que fue conquistada por fuerzas musulmanas en 1453 y se convirtió en la sede del Imperio Otomano.
Allí, Benedicto XVI pasará los últimos dos días del viaje como invitado del patriarca ecuménico Bartolomé, líder espiritual de los 250 millones de cristianos ortodoxos del mundo. (Reuters)