La fotografía en foco

La fotografía en foco

Las cámaras digitales facilitaron su difusión y su utilización. Una herramienta favorita de los artistas. Valoraciones diferentes.

13 Agosto 2006
Desde no hace mucho tiempo la fotografía se ha ganado un espacio en el arte. Hoy es común que se hagan salones y festivales en los que participan numerosos artistas y profesionales. Vivimos un boom de la fotografía, aunque los abordajes son diversos. Numerosos son los artistas que se han apropiado de la fotografía; paralelamente, los profesionales rescatan el fotodocumentalismo, una de cuyas expresiones tendrá presencia en esta ciudad en la bienal que se inaugura el 23.

Un boom que llegó de la mano de la tecnología
La proliferación de las cámaras digitales contribuyó en gran medida a que la fotografía se haya convertido en la actualidad en un boom.
Recluida antes en manos de profesionales, hoy es una de las herramientas favoritas de los artistas contemporáneos, pero también de los espectadores comunes. La tecnología, sin dudas, ha hecho mucho más fácil su utilización: en cualquier recital musical o sala de teatro, las luces de los celulares constituyen un show en sí mismas.
Por eso, tal vez, no debe sorprender que no exista salón o muestra en que esté ausente. Incluso, alejada ya de los tradicionales foto clubes, la fotografía tiene sus propios espacios, como el Festival de la Luz y la Bienal de Fotodocumentalismo (ver página 3), en las que se mezclan las obras producidas por los fotógrafos y las realizadas por los artistas. En encuentros como estos es donde las diferencias entre ambos se relativizan, y caen en desuso viejas divisiones.
El proceso se inició a principios de los 90, del siglo pasado, y hoy es una moda imparable. Por supuesto que no para todos tiene el mismo valor: los reporteros gráficos saben que hoy no basta con registrar un acontecimiento, sino que hay distintas formas de hacerlo, y le ponen su propia mirada; los fotodocumentalistas, que acentúan el carácter testimonial, inscriben su registro desde un posicionamiento que denominan obra de autor. Y para los artistas, sus usos son más variados todavía. Qué decir del público, que a modo de souvenir, no ahorra en tener su propia imagen.
Para algunos, la imagen obturada es una verdad; otros dudan de ello. Pero está claro que, manipulación de imágenes mediante, la edición puede hacer "milagros".
"Con las cámaras digitales se ahorra mucho tiempo en el revelado y en elegir la copia, y se sabe de antemano cómo es, todo lo cual favorece su uso", señala la artista Natalia Lipovetzky. Lipovetzky hizo hace dos años una experiencia singular: entregó la cámara a los vecinos de El Abasto y luego expuso en La Baulera esos registros. "En todos mis procesos está presente de diferentes formas, a veces hace de registro de acciones, otras de soporte de la obra, otras veces opera como base de datos, como bocetos, como documento o como matriz. La fotografía siempre está marcando pautas en mis procedimientos, y en algún paso de dichos procedimientos conforma un papel fundamental", sostiene Alejandra Mizrahi.
"Creo que el desgaste ocasionado por la tradición naturalista de la pintura y una imposibilidad comunicativa creciente de la obra plástica, crean el espacio idóneo para que un elemento que fue considerado hasta mediados del siglo pasado como un objeto de registro, se transforme en la piedra fundamental del arte contemporáneo", reflexionó Alejandro Gómez Tolosa, master en multimedia. "La fotografía libera al artista de la habilidad manual", aseguró.

Del fotoperiodismo al arte
Ramón Teves recorrió un proceso inverso: pasó del fotoperiodismo a los salones de arte contemporáneo. "A mi obra la veo más como fotografía autoral, pero también tiene una veta que no tiene otra fotografía, con la que yo seduzco", sostiene. De todos modos, confiesa que sí le va el fotodocumentalismo (incluso está trabajando en una obra). La última serie de Teves se manifiesta en retratos frontales, de carácter autobiográfico. "Tratan de sacar la sinceridad del retratado, incluyendo elementos que son obsesiones conscientes, trabajando entre lo cotidiano y lo lúdico", reflexionó.

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