Letizia de Asturias padecería el típico mal de las princesas

Letizia de Asturias padecería el típico mal de las princesas

Tacones de más de 10 cm. Las características del problema son los rasgos faciales marcados y los brazos filiformes. Los españoles defienden a su futura reina y culpan al protocolo de su problema.

EN MONTEVIDEO. Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia. EN MONTEVIDEO. Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia.
02 Marzo 2005
MADRID.- La extrema delgadez de la princesa Letizia, esposa del príncipe Felipe de Asturias, de España, preocupa a los expertos en los temas de la realeza. Sin embargo, las inquietudes se reflejan más en la prensa francesa e italiana que en las propias revistas españolas.
La explicación que dan estos expertos es que Letizia estaría adelgazando debido a los cursos para aprender a caminar y a moverse como una verdadera princesa. Pero con un problema extra: su talla es dos centímetros menor que la de una modelo
Muchos se preguntan si Letizia es víctima del mal de las princesas, padecimiento que se describe de la siguiente manera: rasgos faciales marcados, brazos filiformes y silueta delgada.
Según la prensa francesa, esos mismos problemas los padecieron la ya fallecida Diana, de Gales; Masako, de Japón, y Victoria, de Suecia. Esos tres casos fueron confirmados oficialmente como de anorexia y de depresión.
Sin embargo, en España la explicación a las alarmantes fotos que publica la prensa extranjera puede tener un enfoque distinto.

Un truco conocido
Según fuentes médicas consultadas, la espalda aparentemente enjuta puede tener una explicación protocolaria. Ante los largos besamanos de pie, con tacones de más de 10 centímetros (para acercarse en altura a su marido), en una postura erguida con hombros hacia atrás y barbilla en perfecto ángulo recto con el cuello, Letizia ha aprendido a apoyar el peso del cuerpo en los glúteos, que es uno de los trucos de supervivencia que se enseña en el cursillo de formación para las nuevas princesas.
Esto se suele practicar andando con unos libros sobre la cabeza. Claro que eso no impide que los omóplatos se disparen produciendo esos exagerados bultos acentuados por la inexistencia de masa muscular.
En el caso de la princesa de Asturias, es delgadísima, pero su constitución genética es así; lo mismo les ocurre a sus hermanas Telma y Erica. A la princesa le duele la boca de repetir que come de todo y en cantidades generosas. Aunque reconoce que la carne de cordero no figura entre sus favoritas, no le hace asco a las tortas de chocolate, por ejemplo. (Especial)

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